
La presentación se realizó durante un alegato de siete horas ante el Tribunal Oral Federal N°6. Los letrados Gabriel Lanaro Ojeda y Eduardo Chitarro sostuvieron que el hecho debe encuadrarse como “tentativa inidónea”, ya que el delito no llegó a consumarse. Plantearon además que el único agravante aplicable es el impacto político y social por tratarse de un ataque a una vicepresidenta.
Los defensores rechazaron el pedido de la querella de equiparar las condenas de Uliarte y Fernando Sabag Montiel. “Sabag Montiel tiene un rol central y merece una pena mayor; no sería equitativo aplicarles la misma sanción”, sostuvo Lanaro Ojeda.
Al mismo tiempo, criticaron a la fiscalía por acusar a Uliarte sin aplicar perspectiva de género. “Era una persona absolutamente sometida, que lejos de dominarlo era dominada”, señalaron, y pidieron que esa condición sea contemplada al dictar sentencia.
En etapas previas, la querella de Cristina Kirchner había reclamado 15 años de prisión tanto para Sabag Montiel como para Uliarte, además de la absolución de Nicolás Carrizo. La fiscalía, en cambio, solicitó 19 años para Montiel y 14 para Uliarte.
La defensa de Sabag Montiel pidió su absolución al sostener que padece un trastorno de salud mental que lo hace inimputable. Su abogada, Fernanda López Puleio, cuestionó que ni la fiscalía ni la querella analizaran en detalle su estado psicológico y remarcó inconsistencias en las pericias psiquiátricas realizadas.