
La investigación por el triple crimen de Florencio Varela apunta cada vez más alto. Los investigadores creen que detrás del secuestro, tortura y asesinato de Brenda Del Castillo (20), Morena Verdi (21) y Lara Gutiérrez (15) estuvo "Pequeño J" o "Julito", como se conoce al jefe de una organización narco con base en la villa 1-11-14, quien habría ordenado la ejecución como represalia por una supuesta traición interna. La Justicia sospecha que ya no se encuentra en Argentina.
La principal hipótesis es la de una “mexicaneada”: que una o dos de las víctimas se habrían quedado con un cargamento de droga valuado en unos 100 mil dólares. Como represalia, fueron sometidas a tres horas de torturas, abusos y mutilaciones. “Este es un crimen narco con un mensaje mafioso. A una de ellas le cortaron la mano y a otra le abrieron la panza como si fuera una mula”, señaló un investigador con acceso a la causa.
📹 Últimas imágenes de Morena, Brenda y Lara: una cámara registró cuándo subieron a un vehículo en La Tablada, clave para reconstruir su recorrido hasta Florencio Varela.#Morena #Brenda #Lara #Investigación #Noticias #NewsDigitales pic.twitter.com/9ZSIKwsmVi
— NewsDigitales (@news_digitales) September 24, 2025
Los informes forenses confirmaron el nivel de saña. Lara, la menor de 15 años, sufrió amputaciones en los dedos, cortes en la oreja y la carótida seccionada. Brenda presentaba fractura de cráneo, hundimiento facial y un corte transversal en el abdomen realizado después de la muerte. Morena tenía una luxación cervical y signos de asfixia con una bolsa, además de golpes en el rostro.
El carácter mafioso del crimen quedó sellado con otro dato revelado por la investigación: las torturas y asesinatos fueron filmados y transmitidos en vivo en un grupo cerrado de TikTok creado por el propio líder narco, como advertencia tanto hacia su banda como hacia rivales. "Esto les pasa por robar", habría dicho "Pequeño J", el capo narco buscado.
Las tres jóvenes habían sido contactadas en La Matanza con la promesa de participar en una fiesta sexual a cambio de 300 dólares cada una. Desaparecieron el viernes por la noche y recién el martes los investigadores dieron con la “casa del horror” en Florencio Varela, a unos 30 kilómetros de donde habían sido vistas por última vez.
Mientras cuatro detenidos serán indagados como parte de la logística del secuestro y homicidio, la prioridad de la Justicia bonaerense y las fuerzas federales es dar con el jefe, un narco de origen peruano. La sospecha es que logró escapar de Argentina poco después del crimen, lo que abre una búsqueda internacional para capturar al hombre señalado como el responsable de una de las masacres más crueles de los últimos años.