
Jimmy Kimmel regresó con fuerza a su programa Jimmy Kimmel Live! en ABC el martes, tras una suspensión de seis días impulsada por presiones de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), vinculada a críticas del presidente Donald Trump. El conductor, recibido con ovaciones como si fuera una estrella de rock, celebró un récord histórico de audiencia con 6.3 millones de espectadores en su episodio regular más visto hasta la fecha, superando incluso las expectativas iniciales. El regreso se dio en un contexto de tensiones políticas, donde el show acumuló 17.7 millones de vistas en YouTube en solo 22 horas, convirtiendo su monólogo en el más visto de la plataforma.
En su monólogo del miércoles, Kimmel compartió anécdotas sobre el apoyo recibido durante su ausencia, bromeando sobre cómo se dio cuenta de que muchos amigos solo ven su programa en momentos excepcionales. “Muchísima gente vio nuestro show anoche. Recibí tantos mensajes de texto de tantas personas. Me hizo darme cuenta de cuántos de mis amigos nunca ven el show en ningún otro momento”, comentó con ironía. Luego, aludiendo directamente a Trump, lo llamó “el loco de la gorra roja” y leyó publicaciones de Truth Social del presidente, como una que cuestionaba la decisión de ABC de reinstalarlo en su puesto. Kimmel replicó: “¿No podés creer que me devolvieron mi trabajo? Yo no puedo creer que te devolviéramos el tuyo. ¡Estamos a mano!”.
Kimmel no escatimó en críticas al leer más posts de Trump, incluyendo uno que acusaba al programa de poner en riesgo a la red con contenido “demasiado positivo hacia los demócratas”. Recordó cómo en una ocasión anterior, presiones similares llevaron a una compensación millonaria para Trump, y se burló de la idea de que esta vez podría ser “aún más lucrativa”. “Solo Donald Trump intentaría probar que no está amenazando a ABC amenazando a ABC”.
El núcleo de la arremetida de Kimmel se centró en calificar a Trump como un bully clásico, inspirado en los antagonistas de las películas de los 80. “Hablo de Trump más que de cualquier otra cosa porque es un bully. No me gustan los bullies. Tocaba el clarinete en la secundaria, ¿ok? Simplemente no me gusta. Donald Trump es un bully al estilo de las películas de los 80, quitándote el almuerzo y el dinero”, bromeó. Extendió la analogía a la cultura pop, comparándolo con el villano Biff de Volver al Futuro: “Apostar por este bully, no importa de qué lado estés, es como apostar por Biff de Volver al Futuro. Literalmente, Donald Trump fue el modelo para Biff en Volver al Futuro, y esta es la persona por la que la gente está animando. No sé vos, pero yo estoy con Marty McFly”.
Finalmente, Kimmel se tomó un momento emotivo para abordar el origen de la suspensión: sus comentarios sobre el asesinato de Charlie Kirk, que generaron controversia por ser interpretados como culpabilización a un grupo específico. Con la voz quebrada, aclaró: “Nunca fue mi intención tratar con liviandad el asesinato de un joven. No creo que haya nada gracioso en eso”.