26/09/2025 - Edición Nº962

Policiales

Narcotráfico, delitos y corrupción

Daniel Adler: “En la Argentina operan casi 200 bandas con conexiones internacionales”

25/09/2025 | El especialista en seguridad internacional y contraterrorismo describió el entramado criminal en el país y alertó sobre la narcocultura, la corrupción y la falta de confianza en las instituciones.



Daniel Adler, especialista en seguridad internacional y contraterrorismo, pintó un panorama inquietante sobre la situación en Argentina frente al narcotráfico y las organizaciones criminales. “En la Argentina operan casi 200 bandas con conexiones internacionales para garantizar la logística de la droga. Cuando desarmás una banda, empiezan a aparecer disidencias, otras microbandas que se ramifican”, soltó. 

El experto remarcó que el punto más vulnerable es la frontera norte. “Siempre las fronteras en todos los países, especialmente en Sur, Centroamérica, el Caribe, son el diferencial, son los que van llevando la balanza para un lado, para el otro. La República Argentina no es la excepción”, dijo en el Living de News Digitales. Y describió como zona crítica la llamada triple frontera: “Tal vez podríamos hablar de la más porosa del planeta. Conviven ahí mega bandas criminales, como el PCC, el Comando Vermelho, el Clan Rotela, Tren de Aragua. El Tren de Aragua ahora se habla mucho, no solo se habla, está infiltrado en la República Argentina ya hace más de dos años”.

Adler explicó que las grandes organizaciones operan con un patrón repetido: “Esas grandes bandas contratan o hacen alianza con bandas locales para garantizar la logística de la droga. Entra la cocaína y otro tipo de droga por la frontera norte porque sabe que tiene asegurado 28 puertos de salida en Rosario o 200 puertos en la provincia de Buenos Aires”.

La hidrovía aparece como otra vía central del negocio: “Por la hidrovía ingresa mucho, hay un tráfico, hay un ida y vuelta. De hecho, los países hermanos la llaman hidrovía de la cocaína. Sabemos que el 85% de la logística de la droga es por la vía fluvial, por el agua, ya sea por hidrovía o por los puertos”.

Corrupción y complicidad

Para el especialista, lo que sostiene el negocio narco no es la droga en sí, sino la red que la hace circular: “Lo que vale no es el producto, sino la cadena de complicidad, la cadena de corrupción que hay entre todas las organizaciones de todos los estados para que un producto tan nocivo como la cocaína llegue y pase todas las vías terrestres, las vías portuarias, los controles, los satélites, los escáneres y que llegue al puerto de destino”.

Y remarcó que detrás de la droga aparecen otros delitos: “Hay otros subproductos que son el tráfico humano y el tráfico de armas que no se habla tanto. El gran pago es con droga y con armas, justamente para que sigan el mundo criminal, criminalizando y captando nuevos esclavos, nuevos adeptos en economías más populares”.

La violencia como consecuencia

Adler vinculó directamente el tráfico de drogas con el aumento de la violencia cotidiana: “Después cuando entra la droga deja eso una nube, una estela de nuevos consumidores. Hay una relación directa entre el narcotráfico, el delito y la violencia”.

En este contexto, advirtió sobre la desconfianza de la ciudadanía hacia las fuerzas de seguridad: “Es muy importante que la ciudadanía se vuelva a enamorar de la policía, que vuelva a creer. Porque estamos viendo que en la Argentina hay algo que se llama cifras negras de la inseguridad: ocho de cada diez víctimas opta por no denunciar. El 80% de los casos es silencioso”.

Narcocultura y nuevas drogas

El especialista también hizo hincapié en la expansión cultural del narcotráfico: “Hay miles de canciones que hablan sobre la narcocultura. Narcocultura es adrede, es un componente ideológico, está financiado. ¿Quién le paga los estudios de grabación a esa gente? Los narcos. ¿Por qué? Porque quieren sembrar más esclavos en todos los países para poder traficar más”.

Y agregó un alerta sobre el fentanilo: “Hoy hay millones de consumidores que están consumiendo fentanilo sin saberlo en dosis muy pequeñas. Es 50 veces más poderoso que la heroína y 125 veces más adictivo”.

Libertad y control de armas

Durante la entrevista también se le consultó sobre la tenencia de armas. Adler expresó: “Pienso que parte de la libertad es que un ciudadano, que la cabeza, el cuerpo y la edad le dé como para tener un permiso de armas, pueda tenerlo. Pienso que es algo positivo”.

Aunque advirtió sobre los requisitos actuales: “Hoy para tener un arma tenés que ir a un polígono, disparar diez balazos, listo, ya podés tener un arma. No es suficiente. Hay técnicas que hay que hacer, hay evaluaciones psicológicas, hay evaluaciones físicas”.

Una estrategia integral

Para Adler, la respuesta no puede ser únicamente represiva: “No existe la solución táctica 100%. Es un pedacito no más. Hay que trabajar también en la inclusión. Dar oportunidades es una gran forma de luchar contra el narcoterrorismo”.

Y concluyó con una reflexión sobre el rol del Estado: “El Estado tiene que tener dos manos: una fuerte y dura y una mano que acaricia. Las dos son necesarias para poder tener paz y para poder tener seguridad a largo plazo”.