
Cristina Fernández de Kirchner, desde su prisión domiciliaria, no dejó pasar la oportunidad para criticar al presidente Javier Milei: “Milei no solucionaste nada y empeoraste todo”, afirmó en un mensaje público reciente.
Mientras dedica tiempo a opinar sobre la gestión del mandatario, continúa sin cumplir la sentencia firme que la obliga a restituir más de 500 millones de dólares al Estado argentino en la causa Vialidad.
El Tribunal Oral Federal 2 estableció que los bienes de los condenados por administración fraudulenta en la obra pública de Santa Cruz podrían ser ejecutados para recuperar el dinero desviado.
Sin embargo, Kirchner no entregó los bienes embargados ni abonó los montos determinados por la Justicia, lo que deja en evidencia una contradicción: mientras critica la gestión del Gobierno, ignora la restitución de fondos que corresponden a todos los argentinos.
La defensa de la ex presidenta solicitó suspender la ejecución y cuestionó el cálculo de la suma, pero los jueces rechazaron los planteos.
La obligación de cumplir con el fallo permanece, y el Estado espera que se concrete la recuperación de fondos que deberían destinarse a obras, servicios y políticas públicas.
En vez de repartir críticas y cuestionamientos sobre Milei, lo que corresponde a Cristina es dejar de hablar y cumplir con lo que le exige la Justicia, devolviendo los bienes y el dinero que la República le reclama. La ciudadanía aguarda que se priorice la responsabilidad sobre la opinión política.
FS