La medida del gobierno de Javier Milei para habilitar exportaciones de granos y subproductos sin retenciones durante un período limitado ya tiene nombres y cifras. En apenas 72 horas, un grupo de 36 empresas concentró el 100% de las operaciones, liquidando más de 11,4 millones de toneladas por un valor estimado en USD 7.000 millones.
El beneficio, que fue presentado como una ayuda a “los productores”, terminó concentrado en manos de las principales cerealeras y multinacionales del sector.
Según la planilla que circula entre operadores y productores, y que este medio pudo verificar, las cinco firmas más grandes se quedaron con ocho de cada diez toneladas exportadas sin pagar derechos:
En total, estas cinco compañías explican el 80% de las exportaciones realizadas bajo el esquema de retenciones cero.
Entre los otros 31 beneficiarios aparecen Molinos Agro, Aceitera General Deheza, CHS, Amaggi, la Asociación de Cooperativas Argentinas, ADM Agro, Pilagá y una lista de medianas y pequeñas firmas que participaron de forma marginal, con operaciones que en muchos casos no superan el 1% del total.
Al pie de la tabla aparecen casos casi simbólicos, como Agricultores Federados Argentinos, con apenas 83 toneladas, y Going Natural SRL (ex Golondrina Trading) con 22 toneladas.
El Gobierno presentó la medida como un incentivo para “aliviar al campo”, pero la distribución real del beneficio muestra que los 400.000 productores pequeños y medianos no accedieron al esquema, que en la práctica fue capitalizado por las multinacionales con capacidad de programar operaciones y liquidar rápidamente.
El propio vocero presidencial, Manuel Adorni, había anunciado que el objetivo era generar confianza y acelerar la liquidación de divisas. Lo que no se explicitó fue el grado de concentración: un puñado de empresas se apropió de la ventana de oportunidad y neutralizó el efecto distributivo que el discurso oficial sugería.
Productores autoconvocados denunciaron que la medida terminó siendo “un traje a medida para las cerealeras”.
En redes sociales se viralizó la lista bajo el título “los 36 vivos que se llevaron el esfuerzo de 400.000 productores”, señalando que las compañías ya están comprando coberturas de futuro con las ganancias extraordinarias.
Especialistas en política agropecuaria alertan que el costo fiscal es enorme: lo que el Estado dejó de recaudar en retenciones en tres días equivale a más de un mes de presupuesto educativo nacional.
La medida coincidió con el arranque de la campaña electoral, lo que refuerza las sospechas de que el esquema de retenciones cero no fue solo económico sino también político: mostrar dólares en el Banco Central y reforzar alianzas con el núcleo exportador más poderoso del país.
