
Los principales centros turísticos del país, como Bariloche, Mar del Plata y Puerto Iguazú, están haciendo números tras una temporada marcada por la cautela del consumidor. Según la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Bariloche (AEHGB), la tendencia es clara: el viajero es cada vez más "gasolero", lo que obliga a los comerciantes a rediagramar sus estrategias para subsistir.
Aunque la proyección es superar el millón y medio de visitantes a fin de año, el diagnóstico es preocupante: el turista promedio no se queda más de tres días y gasta significativamente menos. Esto se traduce en restaurantes con menos comensales y hoteles con habitaciones vacías, un fuerte contraste con la rentabilidad que el sector solía acumular en temporadas anteriores.
El impacto económico del sector a nivel nacional fue un 11,2% menor a 2024 (medido a precios constantes), y la estadía media se redujo de 4,1 días a 3,9 este año.
La situación económica interna, sumada al "efecto atraso cambiario" que desfavorece la llegada de turistas internacionales y hace relativamente más barato viajar al exterior, está impactando directamente en el movimiento doméstico.
El gasto promedio diario de los 4,3 millones de turistas que se desplazaron a destinos tradicionales como Córdoba, Mendoza y Ushuaia rondó los $89.000. Si bien esta cifra es nominalmente superior a 2024, el impacto económico total medido a precios constantes dejó $1,5 billones, pero con una fuerte caída real.
El contraste es más marcado al comparar con 2023: la cantidad de gente que viajó fue un 21,5% menor y la estadía media se redujo en un 13,3% desde los 4,5 días de hace dos años.
La Ciudad Feliz no escapa a la tendencia. Entre enero y julio de 2025, Mar del Plata registró 5.116.530 arribos, un 3% menos que el año anterior.
Según el informe del Observatorio Universitario de la Ciudad de la Universidad FASTA, la duración de la estadía descendió a 5.7 noches, el valor más bajo de los últimos cuatro años.
Menos turistas frecuentes: Solo el 27.9% había visitado la ciudad el último año, una caída significativa frente al 56.8% de 2024.
Más turistas espontáneos: Creció el segmento que decidió viajar con menos de una semana de anticipación, alcanzando el porcentaje más alto de los últimos cuatro años (17.3%).
Actividades: Las preferencias se concentraron en ir a la playa, disfrutar de la gastronomía y los paseos a pie. La preferencia por el alojamiento en casas y departamentos alcanzó el 75% de los visitantes.