
La 80ª Asamblea General de la ONU no fue una reunión más. La semana que pasó dejó una postal diplomática de contrastes: discursos oficiales cargados de dramatismo, bloopers técnicos que hicieron sonreír a los más protocolarios, foros paralelos que cuestionaron el rumbo del planeta y protestas en las calles que recordaron que la diplomacia ya no se juega solo entre mármoles y banderas.
António Guterres, secretario general de la ONU, abrió la Asamblea con un llamado urgente: “El mundo navega en aguas turbulentas, la cooperación está en riesgo y la desconfianza crece entre potencias”. Sus palabras fueron el marco de una agenda atravesada por guerras —Gaza y Ucrania al tope—, tensiones energéticas y un clima internacional que oscila entre la multipolaridad y el repliegue nacionalista.
Donald Trump, de regreso en la Asamblea como presidente de Estados Unidos, ofreció un discurso con sabor a mitin: reproches a Europa por su dependencia energética, críticas al cambio climático como “industria del miedo” y advertencias a países que, según él, “se están yendo al infierno” si no modifican sus políticas migratorias.
Pero el momento más comentado fue extramuros del discurso: fallas en el teleprompter y la queja de que una escalera mecánica averiada en la sede de la ONU casi provoca un accidente con Melania. La diplomacia solemne se mezcló con escenas de tragicomedia que corrieron como pólvora en redes.
President Trump Delivers Remarks to the United Nations General Assembly https://t.co/9OW7c5Wtj4
— The White House (@WhiteHouse) September 23, 2025
Mientras tanto, otra narrativa se escribía a pocas cuadras de la ONU. Lula da Silva, Gabriel Boric, Gustavo Petro, Pedro Sánchez y Yamandú Orsi protagonizaron un foro progresista paralelo titulado “En defensa de la democracia, contra el extremismo”.
Allí, Boric alertó: “Ya no son golpes de Estado clásicos, sino erosión institucional lenta; debemos levantar el pensamiento democrático”. Petro fue más allá: denunció un “genocidio en Gaza” y pidió crear, desde la Asamblea General -y no desde el Consejo de Seguridad-, una fuerza internacional para proteger al pueblo palestino.
Pepe Mujica nos enseñó a valorar el diálogo con quienes nos antecedieron, que la construcción de una sociedad más justa es la suma de pequeñas luchas que se concatenan, que la escalera se sube escalón por escalón para no desbarrancarse y que la democracia se precisa para… pic.twitter.com/SWL4FceixZ
— Gabriel Boric Font (@GabrielBoric) September 25, 2025
El espacio recibió el apoyo simbólico de 43 Premios Nobel, que firmaron una carta llamando a resistir los embates autoritarios y la desinformación digital. Pedro Sánchez cerró con un anuncio: Madrid acogerá en 2026 la próxima edición del foro, con foco en democracia y regulación de redes.
La región también tuvo otro anuncio resonante: Boric presentó la candidatura de Michelle Bachelet para liderar la ONU, como “una figura capaz de tender puentes entre el Norte y el Sur”. Un gesto que, más allá de lo simbólico, reabrió el debate sobre el desequilibrio de género en las más altas esferas de la diplomacia multilateral.
"I'm gonna run for Secretary-General of the UN"
— Benjamin Alvarez (@BenjAlvarez1) September 25, 2025
Huge round of applause for former Chilean President Michelle Bachelet at the Clinton Global Initiative as she closes a panel on "Invest in women, invest in democracy" saying Chile is nominating her for the United Nations top job. pic.twitter.com/syJBPVo41T
Petro, en su discurso oficial, arremetió contra la política antidrogas de EE. UU.: “No mira la droga, mira el poder”, dijo, retomando una narrativa crítica de larga data en Colombia.
Además de Trump y los líderes latinoamericanos, la Asamblea recibió a reyes, primeros ministros y mandatarios de África, Asia y Europa. El rey de Jordania y el emir de Qatar intervinieron sobre Gaza, mientras Zelenski buscaba mantener viva la atención sobre Ucrania.
Las anécdotas tampoco faltaron: delegaciones que se retiraban en medio de discursos -aunque algunos videos que circularon resultaron ser del año anterior-, problemas de traducción simultánea y saludos fugaces convertidos en titulares, como el cruce entre Trump y Lula que derivó en un anuncio de reunión bilateral posterior.
הנאום המלא של ראש ממשלת ישראל באו״ם >>
— Benjamin Netanyahu - בנימין נתניהו (@netanyahu) September 26, 2025
The full speech of the Prime Minister of Israel at the UN >> pic.twitter.com/tt2Q9WoXmJ
Afuera, Nueva York fue escenario de protestas pro-Palestina, marchas por el clima y reclamos de organizaciones sociales que denunciaban el gasto en seguridad frente a la pobreza local. En carteles y consignas se repetía una idea: la ONU ya no puede hablar de paz sin escuchar a los pueblos afectados.
La Asamblea mostró una diplomacia expuesta: discursos pensados para la historia pero atravesados por fallas de audio, reclamos callejeros y foros alternativos. Como recordó un analista de The New York Times: “La ONU es espejo de un mundo en disputa: entre el show y la diplomacia, entre la memoria de 1945 y la incertidumbre de 2025”.
This man once led al-Qaeda’s branch in Syria, overseeing massacres, bombings, and persecution of Christians and other minorities.
— 𝗧𝗵𝗲 𝗔𝗳𝗿𝗶𝗰𝗮𝗻 𝗠𝗼𝗴𝘂𝗹 (@DukeOfSavannah) September 24, 2025
Today, Ahmed al-Sharaa addresses the #UNGA as Syria’s transitional president
A terrorist in a suit is still a terrorist pic.twitter.com/ISZJYvy7A2
Al final, la semana dejó más preguntas que respuestas. ¿Lograrán los líderes progresistas sostener un bloque frente al avance de los extremismos? ¿Podrá la ONU reinventarse como espacio de acción y no solo de retórica? ¿O quedará atrapada entre el guion de los discursos y el ruido de las calles?