28/09/2025 - Edición Nº964

Internacionales

De Morgan a Trump

Del oro al tweet: Javier Milei y la economía de la confianza holográfica

28/09/2025 | Entre la reputación y la escenografía, el Presidente apuesta a los símbolos globales mientras en casa la economía espera soluciones reales.



Milei, pintado al óleo, recibiendo un tweet impreso: la caminata con J.P. Morgan versión siglo XXI. La historia cuenta que un empresario en apuros acudió a John Pierpont Morgan, y tras una caminata por la calle, Morgan le dijo que ya lo había ayudado, pues el simple hecho de ser visto caminando con él infundió la confianza necesaria para que los demás no dudaran en refinanciar las deudas del empresario, demostrando el poder de la reputación y la asociación en el mundo financiero.

Un siglo y medio después, la caminata se transformó en una bilateral de dos minutos en la ONU. Allí, Donald Trump le entregó a Javier Milei el equivalente moderno al gesto de Morgan: un tweet impreso, un certificado de aprobación digital disfrazado de respaldo político. Ni refinanciamiento, ni capital fresco, ni un acuerdo concreto: apenas la foto, la sonrisa y el papelito con letras azules que se volvió noticia.

El problema: Milei y la confianza prestada

Como en la fábula de Morgan, Milei busca la caminata, la foto, la bendición. En su caso, con Trump y con los bancos de Wall Street. El problema es que la confianza externa no reemplaza la gobernabilidad interna. ¿De qué sirve tener el “me gusta” de Trump o el aplauso de JP Morgan si, al volver a Buenos Aires, lo esperan un Congreso en rebeldía y una sociedad cada vez más golpeada por el ajuste?

El truco de la reputación

El lado positivo es claro: mientras Trump entregue papelitos impresos y JP Morgan publique informes indulgentes, Milei puede sostener su relato de presidente bendecido por los poderosos. Esa narrativa baja, aunque sea un poco, el riesgo país y compra tiempo en un mercado que mide la confianza en segundos.

Pero el truco se agota pronto. Porque a diferencia de la caminata de Morgan, Trump no arriesga nada: con Milei apenas posa para la foto y le da un tweet plastificado como souvenir diplomático. La reputación, aquí, es holográfica.

Pros y contras del “Morganazo” versión criolla

Lo positivo

  • Refuerza la imagen de Milei como aliado de figuras globales influyentes.
  • Puede generar un respiro en los mercados financieros.
  • Sirve como narrativa política hacia adentro: “el mundo nos apoya”.

Lo negativo

  • No hay dólares ni acuerdos reales detrás del gesto.
  • Expone la dependencia simbólica de Milei respecto a líderes externos.
  • En el plano interno, la foto no se traduce en alivio social ni político.

Milei como cuadro barroco

La escena ya es pintura: Milei pintado al óleo, sosteniendo un tweet impreso como si fuera la bula papal del capitalismo, mientras Trump sonríe condescendiente. En lugar de Morgan caminando por Wall Street, tenemos a dos hombres posando en un pasillo de la ONU con un folio de papel. La caminata se volvió instantánea, la reputación se volvió escenografía, y la confianza… un tweet.

La anécdota de J.P. Morgan enseñaba que la confianza podía salvar a un empresario en apuros. La versión 2025 enseña que un país entero no se salva con un tweet. Argentina no necesita caminatas ni bendiciones digitales, sino dólares contantes y sonantes. Y si la economía se sigue sosteniendo apenas con papelitos —ya sean bonos, tweets impresos o diplomas de Wall Street—, el óleo de Milei terminará pareciendo más un cuadro satírico que una obra de arte político.