
La Feria Internacional de Turismo (FIT) volvió a reunir a referentes de todo el mundo en Buenos Aires, con stands de países, provincias y empresas que buscan posicionarse en un mercado cada vez más competitivo. Sin embargo, entre discursos sobre sustentabilidad, innovación y desarrollo digital, una intervención se destacó por su carácter disruptivo: la de Sandra Barrionuevo, secretaria de Asistencia Social de UTHGRA, quien llevó al centro del debate la dimensión sanitaria del turismo.
“Un turismo sustentable no solo debe ser hermoso y rentable, también debe ser seguro y cuidar la salud de quienes viajan y quienes trabajan”, planteó Barrionuevo en el espacio dedicado al eje de Turismo Seguro.
La dirigente sindical recordó que en Argentina la Ley 27.159 establece la obligación de instalar desfibriladores en espacios de alta circulación. Aunque reglamentada en 2022, su implementación real es todavía insuficiente. “Desde UTHGRA impulsamos que hoteles, balnearios y sedes cuenten con estos equipos. Pero no alcanza con sumar dispositivos: necesitamos un sistema turístico integral que priorice la vida”, subrayó.
Con esta intervención, Barrionuevo logró visibilizar un punto débil de la industria: la prevención de emergencias cardíacas en espacios turísticos y gastronómicos. Hoteles, restaurantes, balnearios y complejos reciben a miles de visitantes cada día, pero no todos cuentan con la infraestructura ni con el personal capacitado para responder en caso de urgencia.
La participación de Barrionuevo también se leyó como un gesto político: una dirigente gremial del sector gastronómico y hotelero que trasciende lo reivindicativo tradicional y propone elevar los estándares de seguridad del turismo argentino. Su planteo no solo interpela al Estado, que debe controlar el cumplimiento de la ley, sino también al empresariado turístico, que podría transformar esta exigencia en un diferencial competitivo: certificaciones de “espacios cardioseguros”, capacitación permanente y protocolos claros de atención.
En un contexto en que la FIT suele ser vidriera de destinos y negocios, la presencia de Barrionuevo introdujo un matiz social y humano, recordando que el turismo no es solo intercambio económico sino también cuidado de la vida.