
La llegada de la primavera vino acompañada de un fuerte incremento en las consultas médicas por alergias. Según la Asociación Argentina de Alergia, este año se registró un aumento de hasta el 30% en cuadros de rinitis, asma y conjuntivitis alérgica en comparación con temporadas anteriores.
Los especialistas señalan que la combinación de floración anticipada, temperaturas más altas y mayor polución en áreas urbanas potencia la aparición de síntomas como congestión nasal, tos seca, lagrimeo, estornudos y picazón ocular, que muchas veces se confunden con resfríos comunes.
Para reducir el impacto, los médicos recomiendan evitar actividades al aire libre en las primeras horas de la mañana, utilizar gafas de sol y barbijos, ventilar los ambientes por la noche y consultar a profesionales de la salud sobre medicación preventiva.
El Ministerio de Salud también difundió recomendaciones generales, mientras que farmacias de todo el país reportaron un incremento sostenido en la venta de antihistamínicos y aerosoles nasales. El fenómeno no solo afecta la salud, sino que también repercute en la vida cotidiana: los cuadros alérgicos impactan en el rendimiento laboral y escolar debido a problemas de descanso y concentración.