
La región del Noroeste argentino enfrenta niveles críticos de empleo informal, con casi la mitad de sus trabajadores desempeñándose sin estar registrados. Según un informe del Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIIL) de la UBA y el Conicet, la tasa de informalidad en provincias como Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero y La Rioja ronda el 50%, cifra que la ubica muy por encima del promedio nacional, que se sitúa en 43,2% durante el segundo trimestre de 2025.
De acuerdo con el citado relevamiento, los más afectados don los jóvenes de entre 16 y 24 años y las mujeres. El impacto se nota en el servicio doméstico y en la construcción, donde el índice trepa hasta el 75%.
📣 Informe @edil_iiep: Panorama del empleo informal y la pobreza laboral
— EDIL-IIEP (@edil_iiep) September 24, 2025
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El estudio detalla que esta situación refleja no solo la falta de oportunidades laborales formales, sino también la persistencia de estructuras económicas con fuerte presencia de microemprendimientos, comercio minorista y servicios informales. En estos contextos, los trabajadores carecen de cobertura previsional, obra social y estabilidad laboral, aspectos que impactan directamente en su calidad de vida.
Los expertos señalan que la brecha entre la informalidad del NOA y otras regiones del país evidencia la necesidad de políticas públicas focalizadas que promuevan la formalización y generen empleo registrado, con incentivos para empresas y acompañamiento a los trabajadores en la transición hacia la legalidad laboral.
A medida que crece la preocupación por la desigualdad regional, organismos académicos y gremiales coinciden en que abordar la informalidad es clave para fortalecer la economía local y garantizar derechos básicos a millones de trabajadores que hoy permanecen fuera del sistema formal.
GZ