Acercamiento estratégico
18/11/2025 - Edición Nº1015
Política
Tensión PRO–LLA
Macri presiona a Milei: exige a Pinedo como canciller y amenaza con romper el acuerdo
29/09/2025 | El ex presidente lanzó un ultimátum: si no logra ubicar a sus alfiles en el Gabinete, el PRO pasará a la oposición tras las elecciones de octubre.
Mauricio Macri lanzó un ultimátum a Milei y reclamó lugares clave en el Gabinete para sostener el apoyo del PRO.
El clima entre Mauricio Macri y Javier Milei atraviesa su momento más tenso. El ex presidente blanqueó que quiere a Federico Pinedo como canciller y a otros dirigentes de su riñón en cargos clave del Gobierno. Caso contrario, advirtió, el 27 de octubre el PRO se pasará a la oposición.
El mensaje, transmitido primero en la sede del PRO en San Telmo y luego repetido por Macri en charlas privadas, fue leído como un ultimátum directo a la Casa Rosada. “El 27 de octubre pasamos a la oposición”, avisó el ex mandatario, endureciendo la pulseada con Milei.
La movida busca también disciplinar a referentes como Cristian Ritondo, Diego Santilli y Guillermo Montenegro, que habían negociado acuerdos por su cuenta con el oficialismo. En paralelo, Macri intenta reposicionarse como garante de gobernabilidad, aun cuando su peso legislativo real es escaso tras la elección de medio término.
En el Gobierno no todos ven con buenos ojos el pacto con Macri. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, tanteó un acercamiento con una foto conjunta, pero la mesa chica libertaria —liderada por Santiago Caputo y Karina Milei— evalúa otras alternativas: negociar directamente con gobernadores o incluso reorganizar el Gabinete con el propio Caputo como jefe, desplazando a los Menem de la relación con el Congreso.
El tablero se complica aún más con la incógnita de Juan Schiaretti, que supo acordar áreas sensibles como Obras Públicas y Transporte, pero hoy mantiene un vínculo sinuoso con el oficialismo. En la Rosada especulan con devolverle poder e incluso ofrecerle la presidencia de Diputados.
En este escenario, Milei enfrenta una doble presión: la electoral, con la necesidad de achicar la diferencia en Buenos Aires para tener chances en el recuento nacional, y la política, con un Macri decidido a condicionar su gobierno. El interrogante es si el Presidente cederá lugares para sostener el apoyo del PRO o si el quiebre es inevitable.
