
La Secretaría General de la ONU, el cargo más alto de la diplomacia mundial, podría tener por primera vez una mujer latinoamericana al frente en 2027. Michelle Bachelet, expresidenta de Chile y ex alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, ha sido postulada por su país para liderar el organismo internacional. Sin embargo, su candidatura enfrenta competencia de destacados líderes latinoamericanos.
El proceso de selección del secretario general de la ONU es complejo y requiere el consenso de diversos actores internacionales. Según el artículo 97 de la Carta de la ONU, el secretario general es nombrado por la Asamblea General, por recomendación del Consejo de Seguridad. Su mandato tiene una duración de cinco años, pudiendo ser reelegido por un nuevo período.
El proceso consta de varias etapas:
Carta conjunta: Las presidencias de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad publican una carta conjunta para dar inicio oficialmente al proceso de selección y nombramiento.
Presentación de las candidaturas: Los nombres de los candidatos son presentados, siendo distribuidos entre todos los Estados miembros y publicados en el sitio web del organismo.
Declaración de visión y diálogo: Se invita a los candidatos a presentar una declaración de visión y a participar en un diálogo informal con los Estados miembros.
Recomendación del Consejo de Seguridad: Este organismo formula una recomendación a la Asamblea General.
Nombramiento por la Asamblea General: La Asamblea General aprueba la recomendación del Consejo de Seguridad y nombra al nuevo Secretario General mediante una resolución.
Michelle Bachelet (Chile): Con una trayectoria destacada en la ONU, Bachelet ha ocupado cargos como directora de ONU Mujeres y alta comisionada para los Derechos Humanos. Su experiencia y liderazgo la posicionan como una fuerte candidata.
Rebeca Grynspan (Costa Rica): Actual secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), Grynspan es una economista con una amplia trayectoria en organismos internacionales. Fue vicepresidenta de Costa Rica entre 1994 y 1998 y ha ocupado cargos en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Alicia Bárcena (México): Exsecretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Bárcena es una economista con una sólida carrera en el ámbito internacional. Su experiencia en temas de desarrollo y su compromiso con la región la posicionan como una candidata fuerte.
Mia Mottley (Barbados): La primera ministra de Barbados es reconocida por su liderazgo en la lucha contra el cambio climático y su defensa de los países pequeños en foros internacionales. Su postura firme y su capacidad para movilizar apoyo la hacen una contendiente destacada.
Rafael Grossi (Argentina): Actual director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Grossi es un diplomático con amplia experiencia en el ámbito de la energía nuclear y la no proliferación. Su liderazgo en la supervisión de programas nucleares lo ha destacado en el escenario internacional.
La elección del próximo secretario general de la ONU será determinante para el futuro de la organización. Con la rotación de regiones, América Latina tiene la oportunidad de liderar el organismo. Sin embargo, la competencia es fuerte y la decisión final dependerá del apoyo que cada candidato logre obtener en el Consejo de Seguridad y la Asamblea General. La comunidad internacional observa atentamente este proceso, esperando que se elija a un líder que represente los valores de la ONU y pueda enfrentar los desafíos globales actuales.