17/10/2025 - Edición Nº983

Internacionales

Competencia global

Alemania descubre gran reserva de litio y Chile enfrenta un nuevo desafío

30/09/2025 | El hallazgo europeo obliga a Santiago a acelerar su estrategia en torno al mineral clave.



El litio, apodado el “oro blanco” del siglo XXI por su papel clave en la transición energética, acaba de sumar un nuevo capítulo en el tablero mundial. Alemania confirmó la existencia de 43 millones de toneladas del mineral en la región de Altmark, un hallazgo que representa por sí solo el 86% de los recursos que poseen en conjunto Chile, Argentina y Bolivia, los países que conforman el llamado Triángulo del Litio.

Este descubrimiento irrumpe en un escenario en el que Sudamérica se había consolidado como el epicentro global. Chile, en particular, ocupa un lugar privilegiado gracias a la riqueza de sus salares —como el de Atacama—, que lo convirtieron en el segundo mayor productor mundial después de Australia. Desde la década de 1970, el país andino apostó por la explotación del litio, transformándolo en uno de los pilares de su política minera y de exportaciones.


El Salar de Atacama, corazón del litio chileno y uno de los mayores reservorios del mundo.

El contraste con Alemania es significativo. Mientras los salares chilenos permiten la extracción por evaporación solar, un proceso más simple y barato, el litio alemán proviene de salmueras geotérmicas ubicadas a gran profundidad. Su aprovechamiento exige tecnologías más avanzadas y costosas, lo que podría limitar su impacto inmediato. Sin embargo, el interés de Europa en asegurar suministros propios, reducir la dependencia de China y cumplir sus metas de descarbonización, lo convierten en un yacimiento estratégico de gran relevancia.

La importancia del litio no es nueva. Aunque fue identificado como elemento químico en 1817, su salto al centro de la economía global comenzó en la segunda mitad del siglo XX con el desarrollo de baterías recargables. Desde entonces, la demanda se disparó junto con la expansión de la telefonía móvil, las computadoras portátiles y, más recientemente, los autos eléctricos. Hoy, se estima que el consumo mundial podría triplicarse hacia 2040, impulsado por la transición hacia energías limpias.


La región de Altmark, en Alemania, alberga una de las mayores reservas de litio de Europa.

Chile, Argentina y Bolivia concentran más de la mitad de los recursos identificados en el planeta. Este potencial llevó a que se hablara de un OPEP del litio” sudamericano, aunque los tres países han seguido estrategias diferentes: Chile con fuerte participación privada bajo control estatal, Argentina con apertura a la inversión extranjera y Bolivia con un modelo centrado en la gestión estatal y más lento en su desarrollo.

El hallazgo en Alemania introduce un nuevo competidor en un mercado en plena expansión. Para Chile, implica la necesidad de acelerar la implementación de su estrategia nacional del litio, anunciada en 2023 con la meta de combinar desarrollo tecnológico, sustentabilidad ambiental y mayor control estatal en los contratos. La competencia internacional no solo redefine la geografía de la oferta, sino que también obliga a replantear plazos y prioridades.

En un mundo donde el litio ya es sinónimo de futuro energético, el liderazgo chileno se enfrenta a un desafío inesperado: compartir protagonismo con Europa en una carrera donde la ciencia, la política y la economía avanzan a la misma velocidad.