
La edición de OT 2025 ya tiene a su primer expulsado y, como suele ocurrir en este histórico formato, no fue solo por cuestiones musicales. Iván Rojo se convirtió en el primer eliminado de la academia en la gala del lunes 29 de septiembre, tras perder el voto del público (84%) frente a su compañera Claudia Arenas.
Aunque su salida fue definida por la audiencia, el nombre de Iván viene generando conversación desde que arrancó la temporada. La directora de la Academia, Noemí Galera, llegó a marcarle la cancha durante una tutoría, advirtiéndole que estaba más pendiente de las cámaras y de la exposición que de disfrutar el logro de haber entrado al programa. Sin embargo, Iván no modificó demasiado su postura, lo que aumentó las críticas entre los seguidores del reality.
El momento que terminó de jugarle en contra fue un video que circuló en X (ex Twitter) en el que hablaba de manera exagerada sobre el apoyo que recibiría en su ciudad: “En Valladolid está todo empapelado con mi cara, el ayuntamiento forrado, somos 300 mil habitantes y eso son votos”. La reacción en redes fue inmediata: memes, parodias y una ola de mensajes que terminaron influyendo en su nominación y posterior salida.
Si bien algunos profesores y exconcursantes pidieron frenar el “hate” para no perjudicarlo fuera del programa, lo cierto es que Iván se convirtió en un caso de manual: los concursantes que se muestran sobrados suelen durar poco en OT. El público premia la naturalidad, como se vio con Cristina, elegida primera favorita de la edición, o en temporadas pasadas con figuras como Amaia o Aitana.
La eliminación de Iván Rojo deja una enseñanza clara para quienes siguen en competencia: en Operación Triunfo la voz es fundamental, pero la autenticidad lo es todavía más. Y cualquier paso en falso puede costar caro en el escenario más observado de la televisión española y del mundo, ya que en esta semana recibieron más de cuatro millones de votos, y en Argentina es tendencia en cada gala.