04/10/2025 - Edición Nº970

Internacionales

Alarma en Múnich

Explosión y amenaza de bomba cierran el Oktoberfest en Múnich

01/10/2025 | Autoridades bloquean recinto tras incidentes violentos en zona residencial.



Una explosión registrada este miércoles en un sector residencial del norte de Munich colocó al emblemático Oktoberfest bajo máximo alerta: el festival fue cerrado preventivamente tras descubrirse mensajes con amenazas y posibles artefactos explosivos.

Los hechos se desencadenaron al amanecer, cuando bomberos y policías acudieron a un edificio de la zona de Lerchenau tras informes de explosiones y disparos. Al llegar, hallaron el inmueble en llamas, con indicios de haber sido incendiado deliberadamente, y ataduras de posibles “trampas” explosivas. También apareció un vehículo incendiado en las inmediaciones. Una persona resultó herida gravemente y murió poco después; otra está desaparecida pero, según las autoridades, no representa peligro para el público.


Bomberos trabajan en la zona residencial de Múnich donde una explosión provocó un incendio y dejó un vehículo reducido a cenizas.

En una carta atribuida al presunto autor se hacía referencia a una amenaza dirigida al festival. Ante ello, el recinto de la fiesta, ubicado en la explanada conocida como Theresienwiese, fue evacuado y clausurado temporalmente. Se ordenó la búsqueda meticulosa de explosivos en todo el predio, y se reclamó que los empleados y visitantes abandonaran el lugar. Se había proyectado reabrirlo hacia las 17:00 horas locales, pero la decisión definitiva depende del resultado de las inspecciones.

El alcalde de Munich reafirmó que la medida no responde al pánico sino al imperativo de “certeza total” ante riesgos: si no se puede garantizar seguridad plena, el festival no funcionará ese día.


Restos calcinados de vehículos en el norte de Múnich, parte de la escena que mantiene en vilo a la ciudad.

Este episodio impacta con fuerza, pues el Oktoberfest es una de las celebraciones culturales más importantes de Alemania. Se realiza desde 1810 -inicialmente para celebrar una boda real- y atrae cada año millones de visitantes. A lo largo de su historia fue suspendido en momentos de crisis (epidemias, guerras), pero rara vez ha enfrentado amenazas tan directas.

Uno de los episodios más sombríos vinculados al festival ocurrió en 1980: una bomba estalló en la entrada, matando a 13 personas e hiriendo a más de 200. El autor -un joven simpatizante de ideologías de extrema derecha- murió en la explosión. Aquel ataque cambió para siempre los protocolos de seguridad del evento.

Desde entonces, las medidas de protección han ido en aumento: controles estrictos de acceso, unidades especiales contra explosivos, detectores y monitoreo continuo se han vuelto rutina. Este año, además, el contexto global de amenazas, atentados y tensión política en Europa obliga a reforzar aún más estas barreras.


Agentes alemanes refuerzan la seguridad en los accesos al Oktoberfest tras las amenazas y el cierre preventivo del predio.

Por ahora, el Oktoberfest permanece en pausa y las autoridades analizan cada rincón del predio. Los visitantes que ya estaban en Munich fueron alertados de la situación y se les pidió esperar indicaciones oficiales. La ciudad vive en vilo mientras los equipos de seguridad determinan si la explosión y la amenaza apuntan a un acto aislado o si pertenecen a una acción coordinada más amplia. Mientras tanto, el mundo observa: un festival festivo convertido en escenario de incertidumbre, donde la vida cotidiana y la amenaza conviven en una frontera delicada.