
Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, rompió el silencio tras ser capturado en Perú y negó haber participado del brutal narcofemicidio de Florencio Varela. Al arribar a Lima, fuertemente custodiado por la policía, el joven de 20 años miró a las cámaras y se despegó de las acusaciones: “Me echaron la culpa nomás, nosotros no matamos a nadie”.
Valverde Victoriano fue atrapado mientras intentaba escapar escondido en un camión que se dirigía al sur de la capital peruana. Sobre él pesaba un pedido de captura internacional por ser considerado el cerebro de la masacre.
En breves pero contundentes declaraciones a la prensa local, “Pequeño J” insistió en su inocencia y reclamó que la investigación avance para dar con los verdaderos responsables. “Hay que encontrar al culpable, yo no tuve nada que ver”, expresó.
La detención fue posible gracias a un operativo conjunto entre fuerzas de seguridad de la Provincia de Buenos Aires y la Policía Nacional de Perú, que lo seguían de cerca desde que se fugó de Argentina.
Pese a sus dichos, “Pequeño J” está acusado de haber planeado y ordenado la tortura y asesinato de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez. Según los investigadores, el crimen fue un mensaje mafioso transmitido en vivo por un grupo cerrado de Instagram.