
En los últimos años el fútbol profesional viene avanzando mucho en la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf), con planes de desarrollo de las distintas ligas y selecciones nacionales de las federaciones.
Uno de los países que viene exhibiendo una clara mejoría es Cuba, que consiguió por primera vez en su historia su primer punto en la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA, empatando 2-2 contra Italia, lo que dejó un sabor amargo a los azules, pero hizo estallar de alegría a todo el equipo cubano.
Entre todos, el capitán Karel Pérez, que había marcado el gol de su selección en el partido inaugural contra Argentina, se puso a llorar luego del encuentro, entre la emoción y la incredulidad.
"Eran lágrimas de emoción, de felicidad. Porque conseguir hoy empatar con Italia, que es una de las mejores selecciones del mundo, como todo el mundo sabe, me hace muy feliz, y esas lágrimas eran de pura alegría", dijo Karel Pérez, al salir del vestuario.
Por su puesto, en el vestuario sonó la música a todo volumen, haciendo bailar a los jugadores y al cuerpo técnico. Entre los más contentos, se lo pudo ver a Michael Camejo, autor de los dos goles de penal. Por otro lado, la selección de Cuba no solo le hizo un partido difícil a Italia. En el primer partido del Grupo D en Valparaíso, obligó a Argentina a jugar con diez durante casi todo el encuentro, tras una falta de Santi Fernández sobre Alessio Raballo.
El partido terminó con la derrota de Cuba, pero el equipo logró marcar un gol de tiro de esquina: la jugada del «trenito» confundió a la defensa argentina, con el desvío decisivo de Karel Pérez para el 2-1 provisional. "Ser capitán de este grupo lo es todo. Han luchado mucho para llegar hasta aquí y estoy muy orgulloso de ellos", había dicho tras el primer partido.