
Daniel Lipovetzki es un dirigente con peso propio en la política porteña. Abogado, exdiputado nacional y referente que formó parte de los inicios del PRO, decidió dar un paso al costado cuando la alianza con Javier Milei transformó al partido en lo que él mismo definió como “una especie de oficialismo no querido”.
Hoy, desde el Partido Federal, busca regresar al Congreso con un mensaje de defensa de derechos, federalismo y nuevas ideas para la Ciudad de Buenos Aires.
“Creíamos que era la oportunidad de poder llevar nuestras ideas a la campaña y en eso estamos. Estoy muy contento con el Partido Federal, que nos dio la posibilidad de competir”, sostuvo al visitar El Living de NewsDigitales, destacando la tradición histórica de la fuerza fundada por Manuel Dorrego y refundada por Francisco Manrique, a quien recordó como el creador del PAMI.
Lipovetzki repasó su trayectoria dentro del PRO, desde los tiempos de “Compromiso por el Cambio”, y lamentó que el espacio fundado por Mauricio Macri se haya “rendido incondicionalmente” al actual gobierno.
“Yo no voy a acompañar a un candidato que tiene el mismo discurso que Massera”, disparó sobre Milei, recordando que en el debate presidencial relativizó los crímenes de la dictadura.
El exdiputado aseguró que esa alianza fue un error estratégico y político que diluyó la identidad del PRO en la Ciudad de Buenos Aires: “Cuando los porteños vayan a votar no van a encontrar ni el PRO en la boleta ni su color amarillo. Eso me produce una gran tristeza como fundador del partido”.
En ese repaso por la historia del PRO, también destacó la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, con quien mantiene un buen vínculo. “Con Horacio trabajé en la elección de mayo y le fue muy bien. Seguramente será candidato a jefe de Gobierno en 2027”, anticipó, al tiempo que subrayó que el partido siempre se caracterizó por poner la gestión en primer plano.
Al analizar la gestión de Milei, fue contundente: “El plan económico está diseñado para que los grandes especuladores de la timba financiera sean los únicos ganadores. El pueblo sufre, pierde poder adquisitivo y, cuando eso ocurre, los mismos mercados le retiran el apoyo al Gobierno”.
Lipovetzki alertó que este modelo “no piensa en la producción ni en la industria”, sino en un país de “mano de obra barata y servicios”, algo inviable para una Argentina de más de 45 millones de habitantes. En ese sentido, recordó que “cuando no hay estabilidad ni credibilidad, lo primero que ocurre es la disparada del dólar, el aumento del riesgo país y la parálisis de las inversiones”.
Para el legislador, esta dinámica explica por qué el gobierno de Milei atraviesa un momento de desgaste acelerado. “El Presidente generó expectativas enormes y no cumplió. Eso no solo deteriora la economía, también destruye la confianza social y política”, subrayó.
A su juicio, el país necesita recuperar previsibilidad y consensos: “Si hubiera diálogo y reglas claras, la Argentina podría ser un atractivo para las inversiones y crear empleo genuino. Hoy estamos en el camino contrario”.
El candidato adelantó proyectos concretos que presentará en el Congreso:
“Voy a estar siempre del lado de los trabajadores y de los jubilados”, prometió, marcando distancia con la política económica actual y reivindicando la importancia de sostener un Congreso con voces críticas.