04/10/2025 - Edición Nº970

Internacionales

Conflicto en Gaza

¿Cómo Trump llevó a Hamas a negociar? La estrategia detrás del éxito

03/10/2025 | El grupo islamista acepta discutir los 20 puntos de la propuesta estadounidense, una muestra del peso político de Trump en Medio Oriente



El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, consiguió lo que parecía imposible: llevar a Hamas a declarar públicamente que está listo para liberar a todos los rehenes israelíes y discutir los detalles de su plan de paz para Gaza. Este giro, tras semanas de intensas presiones, refleja la capacidad del mandatario estadounidense para imponer condiciones a un grupo que durante décadas se ha presentado como intransigente.

Trump había fijado un ultimátum claro: hasta el domingo a las 6 p.m. para aceptar su propuesta de 20 puntos o enfrentar "todo el infierno". La respuesta de Hamas, aceptando liberar rehenes y abrir negociaciones, es interpretada como un reconocimiento de su derrota política y militar frente a la presión internacional encabezada por Washington.

Un plan con respaldo global

El esquema diseñado por la Casa Blanca incluye alto el fuego inmediato, liberación de rehenes, intercambio de prisioneros, desarme progresivo de Hamas y la creación de una autoridad transitoria internacional en Gaza. Trump aseguró que “todas las naciones de la región” respaldan el plan, un hecho que, de confirmarse, aislaría aún más a Hamas.

Israel, bajo el liderazgo de Benjamin Netanyahu, expresó su apoyo condicionado, mientras Egipto, Qatar y Turquía actúan como mediadores para cerrar los últimos puntos de negociación. La presión diplomática ha sido tal que Hamas tuvo que admitir que está dispuesto a sentarse en la mesa de diálogo.

La debilidad de Hamas

Para el grupo islamista, aceptar discutir el plan de Trump significa ceder buena parte de su narrativa de resistencia. La promesa de liberar rehenes –algo que se negaban a considerar en bloque hasta hace pocas semanas– muestra que su margen de maniobra se ha reducido drásticamente. La fractura entre su ala política y militar, reacia a entregar las armas, deja al descubierto la vulnerabilidad del movimiento.

La estrategia de Trump de combinar amenazas militares con ofertas diplomáticas ha demostrado efectividad. A diferencia de anteriores negociaciones mediadas por Europa o Naciones Unidas, esta vez la Casa Blanca colocó un ultimátum real que obligó a Hamas a responder.

Un gran paso 

La aceptación de Hamas no es todavía una rendición completa, pero sí representa un triunfo para Trump en el tablero internacional. El presidente estadounidense aparece como el líder que logró doblegar a una organización terrorista que durante años se negó a compromisos serios.

Si este proceso se consolida, Trump habrá demostrado que su línea dura y pragmática puede generar resultados donde otros fracasaron. Para Hamas, en cambio, se trata de un golpe a su legitimidad interna y externa, que confirma su debilidad frente a la presión combinada de Estados Unidos e Israel.