El ministro de Gobierno e Innovación Pública de Santa Fe, Fabián Bastia, quedó en el centro de la polémica tras conocerse que su cartera destinará 19.585.852 pesos a la contratación de un servicio de limpieza para oficinas municipales. La medida generó críticas porque contrasta con el mensaje de “austeridad” que el gobernador Maximiliano Pullaro viene repitiendo como eje de su administración.
Si bien el contrato responde a un servicio habitual para garantizar la higiene en dependencias oficiales, la magnitud del gasto despertó cuestionamientos en un contexto de severas restricciones presupuestarias y reclamos de recortes en diversas áreas. Por la contratación que firmó el ministro, la provincia gastará en productos de limpieza por 4.935.700 pesos y deberá pagar a una empresa la suma -anual- de 14.650.152 pesos para que haga los trabajos.
El monto millonario asignado por Bastia resulta difícil de conciliar con los lineamientos de contención del gasto público que la propia gestión provincial instaló como bandera frente a la crisis fiscal. Este contraste alimenta tensiones internas y también abre la puerta a críticas de la oposición.
El episodio se suma a una serie de cuestionamientos que la administración santafesina enfrenta en los últimos meses, que alcanzaron su punto de mayor tensión durante el reciente debate por la reforma constitucional provincial.
GZ