
En una ceremonia cargada de simbolismo y emoción, Rafael Nadal fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Salamanca. El tenista español se convirtió en el primer deportista en recibir esta distinción desde la fundación de la institución en 1218, sumándose a un selecto grupo de más de 160 personalidades reconocidas por su aporte a la humanidad.
El acto tuvo lugar en el histórico Paraninfo, con la presencia de más de 180 doctores, autoridades académicas y familiares del homenajeado. Vestido con la tradicional muceta azul, Nadal recibió la medalla que lo incorpora al Claustro de Doctores y pronunció un discurso que hilvanó valores, memoria y gratitud.
“El deporte ha sido mi colegio y mi universidad”, expresó, sin solemnidad impostada, sino con la convicción de quien ha aprendido en la derrota tanto como en la victoria. “Lo que aprendí en las pistas me ha acompañado siempre, dentro y fuera del tenis”, agregó, trazando un puente entre la formación académica y la experiencia deportiva.
La investidura no estuvo exenta de debate. Un tercio del cuerpo académico expresó su desacuerdo con la distinción, pero el rector Juan Manuel Corchado defendió la decisión con firmeza: “Hoy has sido investido con un Wimbledon de la academia. Es un orgullo y una responsabilidad para ambas partes al comprometernos a defender sus valores”.
𝗢𝗿𝗴𝘂𝗹𝗹𝗼, 𝗴𝗿𝗮𝘁𝗶𝘁𝘂𝗱 𝘆 𝗳𝗲𝗹𝗶𝗰𝗶𝗱𝗮𝗱.
— Rafa Nadal (@RafaelNadal) October 3, 2025
Es un inmenso honor haber sido el primer deportista investido como Doctor Honoris Causa por esta universidad que ha dejado una huella tan profunda en la cultura, la en la sociedad y en el pensamiento de España.
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Nadal recordó una anécdota de 2002, cuando sus padres le impidieron jugar el torneo junior de Roland Garros por coincidir con exámenes escolares. “Fue difícil de entender con 15 años, pero comprendí que eso fue una gran lección. Me enseñaron que no hay nada por encima de los valores y la formación”, relató, en uno de los momentos más íntimos del acto.
También citó a Nelson Mandela para reforzar el poder transformador del deporte: “Tiene el poder de cambiar el mundo, de inspirar, de unir a las personas como pocas cosas lo hacen, porque habla a la juventud en un lenguaje que entienden”. Y cerró con una frase de Miguel de Unamuno, exrector de la USAL: “Procuremos más ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado”.
Con 22 títulos de Grand Slam -14 de ellos en Roland Garros-, dos medallas de oro olímpicas, cinco Copa Davis y múltiples reconocimientos internacionales, Nadal suma ahora un título académico que refuerza su legado como símbolo de esfuerzo, humildad y compromiso social. La Universidad de Salamanca no solo reconoció una carrera deportiva excepcional, sino también una trayectoria marcada por la ética, la superación y el impacto colectivo.