06/10/2025 - Edición Nº972

Política

Crisis y contradicciones

Milei se enredó en sus propias declaraciones tras la renuncia de Espert

06/10/2025 | El Presidente mezcló acusaciones al kirchnerismo con afirmaciones que sugieren injerencia en el Poder Judicial. Además, sorprendió al reivindicar a Diego Santilli, a quien dos años atrás tildaba de “corrupto”.



Las declaraciones de Javier Milei en el marco de la renuncia de José Luis Espert desataron más de una polémica política. En una entrevista televisiva, el Presidente volvió a apuntar contra el kirchnerismo por supuestas operaciones en su contra, pero incurrió en un desliz que evidenció una fuerte contradicción.

“Les puedo asegurar que esta es la venganza de que soy el primer presidente que tomó la decisión de que [Cristina Kirchner] vaya presa”, afirmó Milei ante Luis Majul. El periodista le recordó que el Ejecutivo no interviene en decisiones judiciales. “Ahí está el problema. Yo no me meto con la Justicia”, respondió el mandatario, intentando corregirse.

En esa línea, volivó a insistir: “Si yo hubiera sido sucio y me hubiera metido con la Justicia para que no la metan presa, no estaría padeciendo esto”. Cabe destacar que no es la primera vez que el Presidente desliza haber influido en causas judiciales. En junio, durante un acto, exclamó: “Los estamos metiendo presos”.

Contradicciones con los “propios” también

Las contradicciones no terminaron ahí. Milei también ratificó que Diego Santilli reemplazará a Espert al frente de la lista libertaria en la provincia de Buenos Aires. “Lo consultamos y él aceptó. Lo va a terminar resolviendo la Justicia Electoral. ¿Cuál es el problema de que sea alguien del PRO? Si estamos en una alianza nosotros”, justificó.

El giro resulta llamativo: en 2023, Milei había calificado a Santilli como “el candidato del boludeo y los TikTok”, y lo acusó de “corrupto” en redes sociales. Ahora, el mandatario asegura tener “la mejor de las opiniones” sobre el dirigente del PRO.

La escena deja en evidencia un patrón ya habitual: Milei cambia de tono y aliados según la coyuntura, mientras su discurso público sigue cargado de contradicciones que tensan su propio frente político.