28/10/2025 - Edición Nº994

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Hollywood

Ridley Scott tajante: la industria del cine es “mediocre” para el director de Alien

06/10/2025 | El realizador fue entrevistado en Londres donde habló de lo que le cuesta sentarse a ver una película que no sea suya.



Ridley Scott, el visionario director detrás de clásicos como Alien y Gladiador, no ha escatimado en palabras al diagnosticar el estado actual de la industria cinematográfica: mediocridad absoluta. En una entrevista reciente en el BFI Southbank de Londres, el cineasta británico de 87 años reflexionó sobre su carrera y lanzó una crítica demoledora contra Hollywood y el cine global, argumentando que la sobreproducción ha diluido la calidad hasta niveles insostenibles. 

El núcleo de su denuncia radica en la escala desproporcionada de la producción audiovisual contemporánea, que Ridley Scott ve como un diluvio incontrolable de mediocridad. Durante el evento, organizado para celebrar su legado, el director comparó el panorama actual con una fábrica desbocada que prioriza la cantidad sobre la sustancia.

“La cantidad de películas que se hacen hoy en día, literalmente a nivel global son millones. No miles, millones… y la mayoría es mierda”, soltó sin vueltas, pintando un retrato de una era donde el volumen eclipsa el valor artístico. Para Scott, esta saturación no solo satura las plataformas de streaming, sino que erosiona la esencia del cine como forma de expresión elevada, convirtiéndolo en un producto desechable.


En el set de Prometheus. ¿Veremos otra Alien con su sello?

Ante este panorama desolador, Scott ha optado por una estrategia de autodefensa cultural que roza lo irónico: ha recurrido a la re-visionado de sus propias películas para llenar el vacío dejado por las novedades. El realizador, que ha firmado clásicos como Blade Runner, admitió que sentarse a ver una cinta contemporánea le resulta una tarea ardua, casi penosa, reservada solo para sus creaciones. 

Una de las facetas más punzantes de su crítica apunta al abuso de los efectos digitales como salvavidas de guiones débiles, un atajo que, según Scott, traiciona los fundamentos del buen cine. En su visión, muchas producciones contemporáneas dependen de trucos tecnológicos para "salvar" narrativas que carecen de solidez desde el guion inicial, en lugar de invertir en historias potentes que se sostengan por sí solas.