10/10/2025 - Edición Nº976

Internacionales

Crisis nuclear

Irán rompe con el OIEA: ¿qué consecuencias tendrá para la región?

07/10/2025 | Teherán anunció la ruptura del acuerdo de cooperación nuclear con el organismo internacional, tras el restablecimiento de sanciones del Consejo de Seguridad.



El gobierno de Irán anunció la suspensión total de su acuerdo de cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en respuesta al restablecimiento de sanciones de la ONU impulsadas por potencias europeas. La decisión, comunicada por el ministro de Exteriores Abbas Araqhchi, marca un nuevo punto de quiebre entre Teherán y la comunidad internacional, y podría tener repercusiones graves en la seguridad regional.

Araqhchi afirmó que las medidas adoptadas por el Consejo de Seguridad son “ilegales e injustificadas”, y que el denominado Acuerdo de El Cairo ya no tiene validez ante el contexto de sanciones. Sin embargo, para analistas internacionales, el gesto representa una escalada deliberada del régimen, que busca usar la tensión como herramienta de presión diplomática frente a Occidente.

Un desafío directo a la comunidad internacional

El anuncio de Teherán llega apenas días después de que Francia, Alemania y Reino Unido activaran el mecanismo de “snapback”, que restaura todas las sanciones previas del Consejo de Seguridad contra Irán. Esto incluye la prohibición de exportar armas, el embargo sobre materiales nucleares y la congelación de activos vinculados a su programa atómico.

La decisión europea responde a lo que consideran violaciones reiteradas del acuerdo nuclear de 2015, conocido como Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA). En los últimos meses, el OIEA confirmó que Irán ha superado los límites de enriquecimiento de uranio permitidos, operando centrifugadoras avanzadas en instalaciones no declaradas. La ruptura del acuerdo actual elimina la última vía de supervisión efectiva sobre esas actividades.

La estrategia del aislamiento

A juicio de los expertos, la suspensión del acuerdo con el OIEA refleja una estrategia de aislamiento calculado del régimen iraní. Teherán pretende proyectar independencia frente a las potencias occidentales, pero el costo diplomático y económico podría ser devastador. Las nuevas sanciones ya afectan al sector energético, las exportaciones de petróleo y las transacciones bancarias internacionales, agravando la crisis interna.

En el plano político, la medida también fortalece a los sectores más radicales dentro del gobierno iraní, que abogan por un modelo de resistencia absoluta. Sin embargo, esta postura aumenta el riesgo de una confrontación directa con Israel o Estados Unidos, especialmente si el enriquecimiento nuclear alcanza niveles cercanos al uso militar.

La reacción global y los riesgos regionales

Las potencias occidentales condenaron la decisión de Irán, mientras el OIEA expresó su “profunda preocupación” por la pérdida de acceso a información crucial sobre las actividades nucleares del país. Estados Unidos calificó la medida como una violación grave de los compromisos internacionales y pidió una sesión urgente del Consejo de Seguridad.

En Medio Oriente, el anuncio fue recibido con alarma. Israel advirtió que no permitirá que Irán avance hacia la fabricación de un arma nuclear, y Arabia Saudita señaló que el nuevo escenario podría desatar una carrera armamentista regional. El riesgo de una nueva ola de inestabilidad, en una zona ya marcada por los conflictos de Gaza y Yemen, se ha vuelto palpable.

Entre el discurso soberanista y la realidad económica

Mientras el gobierno iraní defiende su decisión como un acto de soberanía, la situación interna se deteriora. La inflación supera el 45% anual, la moneda local se devalúa, y el malestar social crece entre los jóvenes urbanos. Sin acceso a mercados internacionales ni inversiones extranjeras, la economía iraní podría entrar en una nueva fase de recesión prolongada.

En este contexto, la narrativa oficial sobre la defensa del derecho nuclear civil parece cada vez menos convincente. Lo que el régimen presenta como una muestra de fortaleza nacional, se traduce en aislamiento diplomático, presión interna y mayor vulnerabilidad externa.

Irán ante el espejo de su propio poder

La decisión de romper con el OIEA no solo desafía el orden internacional, sino que también revela la fragilidad de un sistema que prioriza la confrontación sobre la cooperación. En un escenario global marcado por la incertidumbre, Irán elige un camino que podría dejarlo sin aliados confiables y con un futuro económico incierto. El precio de esta estrategia podría ser mucho más alto que el costo de las sanciones mismas.