
En apenas una década, España ha pasado de tener poco más de mil mezquitas a registrar 1.945 templos musulmanes repartidos por 1.045 municipios. El dato refleja el crecimiento sostenido de una comunidad que supera ya los dos millones de personas y que se consolida como una de las principales minorías religiosas del país.
El aumento no solo se da en las grandes capitales. En localidades pequeñas y medianas de Cataluña, Andalucía, Aragón o la Comunidad Valenciana, se han habilitado espacios de culto en antiguos locales comerciales o centros comunitarios, adaptados para las oraciones diarias. En muchos pueblos rurales, donde antes no había presencia islámica visible, las comunidades han logrado acuerdos con los ayuntamientos para disponer de lugares de reunión y enseñanza del Corán a los niños.
Cataluña sigue siendo la región con más mezquitas, con más de 500 templos, seguida de Andalucía, Comunidad Valenciana y Madrid. En paralelo, el crecimiento de asociaciones culturales y de organizaciones que promueven el diálogo interreligioso muestra una tendencia hacia la integración y la normalización del islam en la vida pública.
Cartel de campaña del partido ultraderechista Vox en Cataluña, utilizado durante actos políticos para vincular la inmigración musulmana con el independentismo catalán y generar controversia por su contenido islamófobo.
La mayoría de los fieles proceden del Magreb, sobre todo de Marruecos, pero también hay comunidades originarias de Pakistán, Bangladesh y países del África subsahariana. En los últimos años, se ha notado además un aumento de musulmanes españoles, en su mayoría hijos y nietos de inmigrantes que nacieron y se educaron en el país.
El fenómeno también tiene una dimensión educativa y social. En varias comunidades autónomas, los representantes musulmanes reclaman una mayor presencia de la enseñanza del islam en las escuelas públicas, tal como lo prevé el acuerdo firmado entre el Estado y la Comisión Islámica de España en 1992. Sin embargo, la aplicación de ese derecho sigue siendo desigual: solo una parte de los alumnos musulmanes tiene acceso a clases de religión islámica en horario escolar.
A nivel histórico, la recuperación del islam en España comenzó a mediados del siglo XX con la llegada de migrantes del norte de África y se intensificó en los años 90, cuando el país experimentó una apertura económica y un fuerte flujo migratorio. Desde entonces, la comunidad ha crecido en número y en visibilidad, con la creación de centros culturales, organizaciones juveniles y celebraciones públicas del Ramadán o la Fiesta del Sacrificio en distintas ciudades.
Celebración del Día del Sacrificio, una de las festividades más importantes del islam, que reúne cada año a miles de fieles en toda España.
Hoy, con casi dos mil mezquitas activas, el islam forma parte del paisaje cotidiano español. Las nuevas generaciones de musulmanes, plenamente integradas en la sociedad, marcan el paso hacia una convivencia plural donde la diversidad religiosa es cada vez más tangible.