
Con un quórum al filo y negociaciones contrarreloj, la oposición buscará sesionar este mediodía en la Cámara de Diputados para aprobar la nueva ley que regula los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), una iniciativa que apunta a restringir la discrecionalidad del Poder Ejecutivo y que mantiene en vilo a la Casa Rosada.
El proyecto, que ya cuenta con media sanción del Senado, modifica la ley 26.122 -impulsada en su momento por Cristina Kirchner- y establece que los DNU tendrán vigencia por tres meses, período en el que deberán ser ratificados por ambas cámaras para conservar su validez. Además, bastará con que una sola cámara los rechace para que queden derogados.
La sesión, convocada para las 12 del mediodía, fue pedida por Unión por la Patria, Encuentro Federal, Democracia para Siempre (radicales díscolos) y Coherencia y Desarrollo (exlibertarios). También acompañarán con sus votos la Coalición Cívica y el Frente de Izquierda.
“Estamos al límite”, admitieron desde el bloque de Unión por la Patria, que confía en alcanzar los 129 presentes necesarios para abrir la sesión.
El rol de la UCR será determinante. Aunque la conducción de Rodrigo de Loredo considera que la reforma “no debe aplicarse en medio de la gestión Milei”, al menos cinco radicales -entre ellos Julio Cobos, Karina Banfi y Fabio Quetglas- analizan dar quórum para debatir.
Otro bloque clave es Innovación Federal, cuyos diputados responden a los gobernadores de Salta, Misiones y Río Negro, que anoche aún negociaban con el Gobierno nacional.
En tanto, los legisladores cordobeses alineados con Martín Llaryora y Juan Schiaretti también podrían bajar al recinto, aunque aclararon que no acompañarán la “agenda K” una vez iniciado el debate.
Si se concreta la sesión y el proyecto obtiene la mayoría, la oposición logrará una reforma de alto impacto institucional, capaz de limitar el uso de los DNU por parte del presidente Javier Milei y marcar un nuevo equilibrio entre el Congreso y el Poder Ejecutivo.