
El femicidio de Daiana Magalí Mendieta sigue generando conmoción en la pequeña localidad entrerriana de Gobernador Mansilla, donde todos se conocen y nadie imaginaba un desenlace tan brutal. La joven de 22 años había desaparecido el viernes por la noche, cuando salió en el Chevrolet Corsa de su madre, y fue hallada asesinada cuatro días después dentro de un aljibe en una zona rural conocida como Los Zorrinos, cerca de la Ruta 12.
El ministro de Seguridad provincial, Néstor Roncaglia, confirmó que Daiana fue asesinada de un disparo y que los indicios apuntan a Gustavo Brondino, un vecino de 55 años conocido como “Pino”, quien fue detenido luego de atacar al personal policial durante un allanamiento. Sin embargo, la investigación todavía intenta reconstruir los pasos de la joven, determinar el móvil del crimen y establecer con precisión la participación del sospechoso.
El primer indicio que llevó a la Policía a "Pino" fueron las cámaras de seguridad, que registraron el último desplazamiento del auto de Daiana. “Siguiendo las cámaras, se ve su recorrido en el Corsa de la madre, que apareció abandonado a dos kilómetros del pueblo. El auto más la pérdida de contacto con el teléfono fue un alerta”, explicó Roncaglia.
A partir de esa pista, los investigadores analizaron los teléfonos y las llamadas de la joven, y detectaron una última comunicación con un hombre de la zona, que resultó ser el ahora detenido. “La denuncia de desaparición se presentó 24 horas después de que la familia perdiera contacto con Daiana, y eso permitió activar el protocolo de búsqueda y dar intervención a la fiscalía”, agregó el ministro.
Durante el allanamiento en la casa del sospechoso, la Policía secuestró una camioneta blanca, dos armas de fuego y otros elementos que podrían estar relacionados con el crimen. El hombre intentó resistirse, amenazó a los agentes con un arma y trató de quitarse la vida, según relató Roncaglia. Finalmente fue reducido y quedó detenido, en principio, por resistencia a la autoridad y tenencia ilegal de armas, aunque los fiscales ya avanzan en su imputación por femicidio.
La camioneta blanca es una de las pistas más firmes del caso. Un testigo aseguró haber visto un vehículo de esas características cerca del lugar donde se encontró el auto abandonado de Daiana. En el rodado, los peritos hallaron rastros de sangre y cabellos, y el análisis con luminol confirmó la presencia de restos biológicos. “Ahora falta determinar si la sangre es humana o animal”, señaló el ministro.
El hallazgo del cuerpo ocurrió este martes a la mañana, luego de que un grupo de efectivos ampliara el rastrillaje alrededor del lugar donde apareció el Corsa. “Uno de los policías recordó que había dos casas abandonadas dentro del radio de búsqueda. En ambas había aljibes, entonces fueron, alumbraron y vieron las piernas de Daiana”, relató Roncaglia con crudeza.
La escena del crimen reveló un nivel de planificación que sorprendió a los investigadores. El cuerpo estaba a unos diez metros de profundidad, cubierto con ramas y hojas, en una zona sin viviendas cercanas. Los peritos sospechan que quien descartó el cuerpo conocía el terreno y buscó ocultarlo deliberadamente.
Mientras tanto, la fiscal Emilce Reynoso coordina las pericias forenses y el análisis de los elementos secuestrados. Las dudas se centran ahora en qué relación tenía Daiana con el detenido, si actuó solo o contó con ayuda, y en qué momento y lugar fue asesinada.
“Estamos consternados. No es común que en estos pueblos pase esto. Acá hay apenas 3.100 habitantes”, expresó el ministro Roncaglia. En Gobernador Mansilla, la sensación de seguridad se quebró, y el nombre de Daiana se convirtió en símbolo de una comunidad que busca justicia. Y respuestas.