
Miguel Ángel Russo dirigió a Racing Club entre 2010 y 2011, en una etapa marcada por la transición institucional y la búsqueda de estabilidad deportiva. Su llegada se dio tras un período de altibajos, y su perfil sereno y metódico fue recibido como un intento de ordenar el rumbo futbolístico sin estridencias.
Durante su ciclo, Racing logró consolidar una base competitiva que incluyó la promoción de juveniles y la incorporación de figuras como Claudio Yacob, Teo Gutiérrez, Gabriel Hauche y Giovanni Moreno. Si bien los resultados no fueron brillantes, el equipo mostró signos de evolución táctica y carácter, alcanzando una clasificación a la Copa Sudamericana y evitando los fantasmas del descenso.
El plantel, además de buen juego, comenzaba a tener identidad con muchos futbolistas que a la larga se convertirían en titulares indiscutidos. Tal es el caso de los citados colombianos y el Demonio, pero también de Patricio Toranzo, Luchas Licht, un joven Bruno Zuculini (hoy en el plantel) y hasta Roberto Ayala en su última etapa como jugador profesional.
Russo apostó por un esquema equilibrado, con énfasis en el orden defensivo y la salida rápida. Su estilo pragmático se adaptó a las urgencias del club en ese momento, y la relación con el plantel fue respetuosa y profesional, donde se caracterizó por una conducción de bajo perfil y con coherencia discursiva.
Más allá de lo futbolístico, su paso por Racing dejó una marca en los hinchas, que a pesar de no haber ganado ningún título con la Academia siempre lo recordaron con gratitud. Nunca se involucró en polémicas públicas ni expuso conflictos internos, y su trato con la dirigencia y los simpatizantes fue siempre medido. En un contexto donde el club buscaba reconstruirse, Russo ofreció una conducción sobria y confiable.
Tras su salida en 2011, el vínculo con Racing se mantuvo en términos de reconocimiento mutuo. Russo siguió su carrera en otros clubes, pero cada mención a la Academia fue con afecto y agradecimiento. En tiempos donde el fútbol suele devorar procesos, su paso por Racing se resignifica como un ejemplo de dignidad profesional.
Hoy, mientras el mundo del fútbol acompaña a su familia en su triste partida, el recuerdo de su paso por el Cilindro se vuelve más nítido. No fue una etapa de campeonatos ni de grandes gestas, pero a veces sólo se necesita la semilla para germinar procesos que alcanzan la gloria. Miguel Angel Russo sembró valores y cosechó una gratitud eterna.
Racing Club lamenta profundamente el fallecimiento de Miguel Ángel Russo, entrenador del plantel profesional entre los años 2010 y 2011 y con una destacada trayectoria en el fútbol argentino. Le enviamos un cálido abrazo a su familia, seres queridos y allegados. pic.twitter.com/7tMcatW3UO
— Racing Club (@RacingClub) October 8, 2025