
El huracán Priscilla, que alcanzó la categoría 1 en la escala Saffir-Simpson, se debilitó rápidamente frente a las costas del Pacífico mexicano. Aunque su centro no tocó tierra, sus bandas nubosas dejaron lluvias torrenciales, vientos intensos y oleaje peligroso en los estados de Baja California Sur, Sinaloa y Nayarit. El Servicio Meteorológico Nacional confirmó que el sistema se desplazaba lentamente hacia el noroeste a unos 11 kilómetros por hora, situándose a 315 kilómetros al sur de Cabo San Lucas.
Durante la madrugada, la Secretaría de Protección Civil informó que más de 1.500 personas fueron evacuadas preventivamente de zonas costeras vulnerables. Aunque no se reportaron víctimas fatales, los efectos del huracán provocaron daños estructurales menores, cortes eléctricos y anegaciones en comunidades cercanas al litoral. Las autoridades pidieron mantener la precaución, ya que las lluvias remanentes podrían continuar por varias horas.
Las zonas turísticas del Pacífico sufrieron afectaciones en infraestructura hotelera y vialidades, especialmente en Los Cabos y Mazatlán, donde el fuerte oleaje interrumpió temporalmente el tránsito marítimo. En Nayarit, algunas comunidades quedaron incomunicadas tras el colapso de carreteras secundarias, mientras la Comisión Federal de Electricidad desplegó cuadrillas para restablecer el servicio en 14 municipios afectados. Los refugios temporales instalados por el Gobierno estatal permanecen activos hasta que se confirme el cese de lluvias.
Por su parte, la presidente Claudia Shembaum aseguró que el país está mejor preparado para enfrentar este tipo de emergencias gracias al fortalecimiento del Plan DN-III y de la Coordinación Nacional de Protección Civil. Sin embargo, el principal reto sigue siendo la falta de infraestructura hídrica y urbana resiliente en las zonas más propensas a desastres naturales, un problema que se repite con cada temporada de huracanes.
⚠️#Priscilla ahora es huracán categoría 1 al suroeste de la península de Baja California.
— Coordinación Nacional de Protección Civil (@CNPC_MX) October 8, 2025
▪️Se mantiene la vigilancia por efectos de tormenta tropical desde Cabo San Lucas hasta Cabo San Lázaro, B.C.S.
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Los meteorólogos advierten que la aparición de huracanes más frecuentes y persistentes en el Pacífico está directamente vinculada al calentamiento de la superficie marina. Este fenómeno amplifica la energía disponible para los ciclones, prolongando su duración y severidad. Desde 2015, el número de tormentas que alcanzan categoría de huracán en el litoral mexicano ha aumentado casi un 40%, una tendencia que complica la gestión climática en regiones costeras y turísticas.
El caso de Priscilla reabre el debate sobre la adaptación climática y la planificación urbana. México enfrenta el desafío de invertir en sistemas de drenaje, energía limpia y viviendas resistentes que reduzcan el impacto de futuros eventos. Aunque el huracán se debilitó sin causar una tragedia mayor, su paso deja una advertencia clara: el cambio climático está redefiniendo los riesgos naturales y exige una política pública que combine prevención, sostenibilidad y educación ambiental.