
La investigación por el doble femicidio ocurrido en la calle Santa Fe 2332, en el barrio Thompson de Bahía Blanca, avanza con la búsqueda de nuevas pistas que permitan esclarecer lo sucedido dentro de la vivienda donde fueron halladas calcinadas Adriana Miriam Velázquez, de 52 años, y su hija Mariana Belén Bustos, de 25.
Mientras se esperan los resultados de la autopsia y de las pericias oficiales, los investigadores concentran sus esfuerzos en un elemento que podría resultar determinante: el celular de la madre, que no fue encontrado durante el relevamiento de la escena. Su desaparición abre interrogantes sobre si el atacante se lo llevó para ocultar información sensible o si fue destruido por el fuego.
Según fuentes vinculadas a la pesquisa, el hallazgo de los cuerpos se produjo en la madrugada del martes, luego de que vecinos alertaran al 911 por un incendio en la vivienda. Tras sofocar las llamas, personal de bomberos y de la Policía descubrió que las mujeres habían sido asesinadas antes del fuego. Esa sospecha se refuerza con distintos indicios encontrados en el lugar, que apuntan a que el incendio habría sido intencional y utilizado como medio para borrar huellas.
La primera de las hipótesis que maneja la Fiscalía N° 5, a cargo de Jorge Viego, es que una persona con vínculo afectivo con Velázquez mantuvo una discusión con ella y la atacó. Minutos más tarde habría llegado la joven, que también fue asesinada, y luego el agresor habría provocado el incendio para eliminar rastros.
Otra línea de investigación sugiere que ambas víctimas ya se encontraban en la casa cuando arribó un tercero. En ese contexto se habría producido un enfrentamiento que derivó en el doble crimen. Según testigos, un hombre fue visto huyendo del lugar en una moto roja poco después de iniciarse el fuego.
Los peritos, además, descubrieron que faltaba la tapa del tanque de combustible de la moto de Mariana y que las mangueras del sistema estaban cortadas. Esa circunstancia alimenta la sospecha de que el atacante utilizó la nafta del rodado para iniciar las llamas en el dormitorio y luego escapó en su propio vehículo.
Por estas horas, los investigadores continúan analizando las imágenes captadas por cámaras públicas y privadas ubicadas en las inmediaciones del domicilio, con el objetivo de reconstruir los movimientos previos y posteriores al ataque. También se relevan las declaraciones de vecinos y allegados a las víctimas, que podrían aportar datos sobre el vínculo de Velázquez con su entorno y sobre posibles conflictos recientes.
Mientras tanto, la desaparición del celular de la madre se convirtió en una de las principales pistas para los investigadores, que intentan determinar si en ese dispositivo había mensajes, llamadas o registros que permitan identificar al autor del crimen.
Con las pericias en marcha y varias líneas abiertas, la Justicia busca despejar las incógnitas que rodean uno de los casos más estremecedores ocurridos en los últimos meses en Bahía Blanca.