
El escritor húngaro László Krasznahorkai fue consagrado con el Premio Nobel de Literatura 2025, un reconocimiento a una obra que combina intensidad, ironía y reflexión filosófica. La Academia Sueca destacó su capacidad para retratar la desesperanza sin renunciar a la belleza ni al misterio de la existencia.
Nacido en 1954 en la ciudad húngara de Gyula, cerca de la frontera con Rumania, Krasznahorkai creció bajo el régimen comunista y comenzó a estudiar Derecho antes de abandonar la carrera para dedicarse a la escritura. Su primera novela, Tango Satánico (1985), se convirtió en un fenómeno de culto y marcó su estilo característico: frases extensas, un ritmo hipnótico y una mirada que mezcla lo apocalíptico con lo espiritual.
Durante las décadas de 1990 y 2000, Krasznahorkai emprendió largos viajes por Asia, Europa y Estados Unidos. Vivió temporadas en Berlín, Kioto, Nueva York y China, donde su contacto con el pensamiento oriental influyó profundamente en su escritura.
De esos años surgieron textos como Guerra y Guerra (1999), Relaciones misericordiosas y El barón Wenckheim vuelve a casa (2016), donde los personajes suelen desplazarse —física o espiritualmente— en busca de sentido en un mundo caótico. Esos desplazamientos reflejan también su propia experiencia como escritor nómada, atento a los contrastes entre civilización y naturaleza, ruido y silencio, modernidad y ruina.
A lo largo de su trayectoria escribió obras emblemáticas como La melancolía de la resistencia (1989) y Guerra y Guerra (1999), traducidas a varios idiomas, lo que le dio visibilidad internacional. En varios momentos colaboró con el cineasta Béla Tarr, adaptando sus textos a guiones visuales, como ocurrió con Armonías de Werckmeister.
Su escritura aborda frecuentemente escenarios distópicos o apocalípticos, mezclando pesimismo y humor, explorando contradicciones de lo humano en tiempos extremos. También atraviesa influencias de culturas asiáticas, particularmente de Japón, y utiliza recursos estilísticos inusuales, como la casi ausencia de puntuación para generar una lectura más inmersiva.
Antes de este reconocimiento, había sido distinguido con premios literarios internacionales, entre ellos el prestigioso Man Booker International. Con este Nobel, la Academia Sueca distingue a una voz que desafía las convenciones narrativas y mantiene viva la ambición literaria de pensar el mundo. Krasznahorkai demuestra que, incluso en tiempos de incertidumbre, la palabra puede contener tanto la devastación como la esperanza.
Sus obras están traducidas a más de veinte idiomas, entre ellas Tango Satánico, Melancolía de la resistencia, Guerra y Guerra y El barón Wenckheim vuelve a casa, disponibles en editoriales de habla hispana.