12/10/2025 - Edición Nº978

Opinión


Cambió el escenario político

Javier Milei ya no depende de él

12/10/2025 | Milei perdió autonomía: depende del rescate de EE.UU., la justicia electoral y los partidos tradicionales para sostener su poder.



La imagen omnipotente del mesías de la economía Javier Milei quedó lejísimos. Hoy ni siquiera gobierna solo: depende de actores e instituciones que operan más allá de su control directo. Primero, Estados Unidos que anunció esta semana un rescate financiero significativo —una compra directa de pesos y un acuerdo swap por 20.000 millones de dólares— que le concede respaldo externo, pero a condición de que su gobierno muestre gobernabilidad. Entre esas condiciones figura una exigencia no menor: que establezca una coalición política estable en Argentina

Luego está la boleta electoral bonaerense: tras la salida de Espert, Milei pretende reimprimir millones de boletas con Diego Santilli al frente. Pero la Junta Electoral y la justicia pusieron frenos: pidieron informes sobre costos, tiempos y viabilidad, al punto de advertir que podría demandar hasta dos semanas. Las condiciones del proceso ya no están en sus manos; dependen del correo, de imprentas, de tribunales, de decisiones ajenas.

Este estado de dependencia lo obliga a algo que pospuso durante dos años: negociar. Después de las elecciones Milei deberá negociar con partidos que, hasta hoy, veía más como adversarios que como socios. Deberá ceder ministerios, distribuir listas, tolerar voces discrepantes. Esa necesidad de pactar lo expone a dinámicas de poder partidario que siempre criticó y para las cuales se muestra limitado psicológicamente, pero ahora deberá aceptar y aprender.

Así, el mesías encontró su límite: ha perdido autonomía en decisiones esenciales; depende del rescate, de la justicia electoral y de los partidos internos para sostenerse. Eso ya no es debilidad coyuntural: es firma evidencia de que, en esta Argentina real, un presidente que no negocia termina siendo gobernado por las fuerzas que quiso subordinar.