
El avance en la investigación por el doble crimen de Bahía Blanca sumó este sábado un nuevo capítulo con la declaración indagatoria de Maximiliano Walter Velázquez, único detenido en la causa por la muerte de Adriana Miriam Velázquez (52) y Mariana Bustos (25). El hombre, primo de la mayor y tío de la joven, aseguró ante el fiscal Jorge Viego, titular de la UFIJ N°5, que es inocente de los cargos que se le imputan.
Velázquez reconoció haber estado en la vivienda de Santa Fe al 2300, en el barrio Thompson, donde ambas mujeres fueron halladas calcinadas durante los primeros minutos del miércoles, pero afirmó que se retiró del lugar alrededor de las 19.30. Pese a su descargo, el fiscal solicitó formalmente su detención al Juzgado de Garantías, medida que fue avalada por el Ministerio Público.
El sospechoso había sido arrestado en una finca ubicada sobre la ex Ruta 3, cerca de Calderón, luego de que las cámaras de seguridad registraran a un hombre en moto que coincidía con las descripciones aportadas por testigos. Velázquez sería propietario de un vehículo similar y, según los investigadores, habría estado en la casa de las víctimas el martes por la tarde.
Los resultados preliminares de las autopsias revelaron que los cuerpos presentaban altos niveles de calcinación, especialmente el de la mujer más joven, lo que podría indicar que se encontraba más cerca del foco ígneo o que fue prendida fuego primero. Una de las víctimas fue hallada sobre la cama y la otra en el piso, ambas con rostros desfigurados y quemaduras que alcanzaron músculos y huesos.
Sin embargo, los estudios médicos no detectaron lesiones externas, heridas de arma blanca ni rastros de disparos. Tampoco se observaron signos evidentes de violencia física o sexual, aunque se realizaron hisopados vaginales y anales y se revisó la laringe de ambas para determinar si existió asfixia. Los investigadores aguardan análisis complementarios para establecer con precisión cómo murieron las mujeres.
En paralelo, la Policía trabaja sobre el rastreo de cámaras de seguridad. Uno de los registros mostró a dos personas en moto; una de ellas ya fue identificada y desvinculada del hecho. Lo único que aún no se encontró es el teléfono celular de Myriam Velázquez, pieza clave para reconstruir las últimas comunicaciones y movimientos.
Mientras tanto, un testigo directo del caso señaló haber visto salir a alguien de la vivienda momentos antes de que comenzara el incendio y aseguró ante los investigadores: “Sí, lo veo, lo reconozco”. Esa afirmación será evaluada junto a las demás pruebas que buscan esclarecer uno de los crímenes más estremecedores de los últimos tiempos en la ciudad.