
El bloque de Provincias Unidas afina su estrategia electoral con una mirada puesta en 2027. Lejos de buscar una alianza con el peronismo, sus referentes proyectan una nueva construcción de centro que recupere al votante que en 2023 eligió a Javier Milei. La meta: recrear un espacio similar al desaparecido Juntos por el Cambio, pero con liderazgo federal y nuevos protagonistas.
Detrás de esta movida se encuentra la convicción de que el gobierno libertario empieza a agotar su capital político. "Vamos a trabajar en una gran PASO", aseguró un operador clave del armado, que reúne a mandatarios de distintas provincias bajo una misma premisa: posicionarse como alternativa cuando el ciclo libertario comience a replegarse.
El plan, sin embargo, enfrenta tensiones internas. Muchos de los gobernadores que integran Provincias Unidas asumieron en 2023 en medio de un brutal ajuste del gobierno nacional hacia las provincias. Con recursos limitados y sin obras de Nación, mostrar gestión se volvió cuesta arriba. Y en ese contexto, construir un discurso competitivo para 2027 es todo un desafío.
Esta semana quedó expuesto ese dilema en el Congreso. Pese a haber impulsado una ley clave para el reparto del impuesto a los combustibles, diputados ligados a estos mandatarios se ausentaron en la votación, permitiendo que la iniciativa -que ya tenía media sanción del Senado– se cayera en una sesión con el recinto semi vacío cerca de las 3 de la mañana.
Entre los ausentes estuvieron nombres como Mario Barletta (responde a Maximiliano Pullaro), Alejandra Torres (del espacio de Martín Llaryora), Jorge Rizzotti (alineado con Carlos Sadir) y Sofía Brambilla, cercana a Gustavo Valdés. También faltaron referentes sin vínculo directo con gobernadores, como Miguel Pichetto, Florencio Randazzo, Emilio Monzó y Margarita Stolbizer.
El mensaje es ambiguo: mientras se perfilan como una opción opositora al oficialismo, parte del bloque actúa en los hechos con lógica de gobernabilidad para no romper del todo con La Libertad Avanza. Un delicado equilibrio entre construir volumen político y no quedar atrapados en la polarización que asfixió a sus antecesores.