
Solana Sierra lo hizo otra vez. En una final cargada de contrastes climáticos y emoción simbólica, la tenista marplatense se consagró campeona del WTA 125 de Mallorca al derrotar a la serbia Lola Radivojevic por 6-3 y 6-1. El trofeo, entregado por Gabriela Sabatini, selló una jornada inolvidable en el Mallorca Country Club.
A sus 21 años, Sierra reafirma su ascenso meteórico: con esta victoria alcanzó los 957 puntos en el ranking WTA y escalará hasta el puesto 71°, muy cerca de su mejor marca histórica (64°). El título en la isla española se suma al que obtuvo en Antalya, y confirma su lugar como la primera raqueta argentina.
Durante el torneo, superó a Dalila Spiteri, Guiomar Maristany, Ekaterine Gorgodze y Andrea Lázaro García, antes de imponerse en la final. Su actuación fue dominante, pero también estratégica: supo adaptarse a las ráfagas de viento y a los cambios de ritmo que propuso Radivojevic.
La escena final, con Sabatini entregando el trofeo bajo el sol mallorquín, fue más que una postal: fue el símbolo de una transición generacional que empieza a tomar forma. Solana Sierra no solo gana, sino que representa una nueva narrativa para el tenis argentino femenino.