14/10/2025 - Edición Nº980

Política

Análisis del presente político y económico

Felipe Solá: “El Gobierno está perdido y con un programa económico caído”

12/10/2025 | Para el exgobernador bonaerense, Milei está “perdido” y con dependencia plena de Estados Unidos. Pidió reconstrucción con un peronismo unido y destacó a Kicillof.



El exgobernador bonaerense y excanciller argentino, Felipe Solá, visitó El Living de NewsDigitales para ofrecer una lectura profunda sobre el presente político, económico y social de la Argentina.

En una conversación extensa, el exfuncionario y legislador nacional repasó los dos años de gestión de Javier Milei, el impacto de las decisiones económicas, el avance de la dependencia externa y el escenario electoral que se abre para el peronismo.

Con tono crítico, Solá aseguró que el país “atraviesa un momento muy difícil, producto de los errores y horrores del Gobierno”, y que el programa económico “ya se encuentra caído”, sin rumbo ni capacidad de reacción.

“El Gobierno está perdido y no sabe hacia dónde ir”

“Es un momento muy difícil para Argentina a raíz de la torpeza, los errores y los horrores de estos casi dos años del gobierno de Javier Milei. Digo que es un momento muy difícil para Argentina porque decir que es un momento muy difícil para el Gobierno es obvio: el Gobierno no sabe para qué lado ir. Su programa económico está caído prácticamente y políticamente muy golpeado porque le ha entrado la sospecha de corrupción, más que la sospecha, por varios episodios que todos conocemos”, afirmó Solá.

El exgobernador sostuvo que el gobierno libertario atraviesa una crisis de dirección sin precedentes. “Este gobierno basó su programa en voltear la inflación, pero endeudándose, manteniendo el dólar bajo, aumentando las importaciones, haciendo pelota al turismo interior, a la producción nacional, a la industria y al comercio. Eso afecta directamente a la clase media, destruye empleo y genera una sensación generalizada de frustración. Es un panorama muy malo, expresó.

Para Solá, la pérdida de control económico tiene consecuencias sociales profundas y un correlato político visible: “El gobierno está políticamente golpeado. Ya no se trata de falta de gestión, sino de falta de orientación. Argentina tiene un enorme endeudamiento y una falta de crédito estructural, y eso no se soluciona con slogans ni con improvisación”.

Dependencia externa y soberanía comprometida

Uno de los tramos más duros de la entrevista se centró en el vínculo entre el gobierno de Milei y Estados Unidos. Solá describió como “gravísima” la subordinación que, según él, quedó en evidencia durante el episodio de las retenciones al agro. “El Gobierno tenía hasta junio retenciones del 33% para la soja y menores para los cereales. De golpe, de un día para otro, decidieron llevarlas a cero hasta que se juntaran 7.000 millones de dólares de exportaciones. Pero eso no se hizo pensando en los productores, sino en los grandes exportadores aceiteros. Fue un acuerdo entre ese grupo de poder y el Gobierno”, relató.

El exministro explicó que la medida se revirtió tras un simple mensaje del Tesoro norteamericano. “Cuando el secretario del Tesoro de Estados Unidos publicó un tuit diciendo que esa política perjudicaba a los sojeros norteamericanos, el Gobierno argentino, esa misma noche, levantó la medida. Si eso no es dependencia, es interdicción. Es cuando un país pasa a ser manejado por otro. La economía argentina, por indicación de Milei, pasó a ser manejada por el secretario del Tesoro americano. Eso es gravísimo”, subrayó.

Solá fue más allá y vinculó esta dinámica con un patrón más amplio de pérdida de soberanía: “El único país fanático de Trump en Sudamérica es la Argentina. Estados Unidos se preocupa por Milei mucho más de lo que Milei merece. Pero no se dan cuenta de que él mismo está haciendo todo lo posible para no sostenerse. Es una suerte de dependencia política y económica que erosiona la autonomía nacional y muestra a la Argentina como un país tutelado”.

Corrupción, enojo social y el derrumbe del relato libertario

El exgobernador bonaerense también dedicó una parte importante de su análisis al clima social que atraviesa al país. “La gente está muy enojada porque siente que las penas, las angustias, el ajuste, la pérdida de calidad de vida y la desesperación por llegar a fin de mes han sido burladas por un gobierno que vino a terminar con la casta y resultó corrupto, afirmó.

“Este gobierno no puede dar explicaciones. La gente espera una respuesta convincente o al menos una explicación, y acá no hay explicaciones. El principal problema de Milei ya no es el económico -que es gravísimo-, sino la impresión de que está manejado por un payaso que además está sospechado de corrupción. Pero este ya no es un payaso, es un títere. Es muy triste ver a un presidente convertido en títere de otros intereses”, completó.

El peronismo, Kicillof y la reconstrucción posible

Sobre el futuro político del país, Solá sostuvo que “el peronismo está unido” y que eso representa una ventaja estructural frente a un antiperonismo “fragmentado y disperso”. En ese marco, ponderó especialmente el liderazgo de Axel Kicillof: “Tiene el mérito de haber ganado cuatro elecciones seguidas y de haber conducido la Provincia con honestidad. Es un hombre honesto, incapaz de usar un peso ajeno para provecho propio. Sabe de economía, entiende el Estado y tiene una gran capacidad de adaptación. No hay figura más fuerte hoy dentro del peronismo, aseguró.

Para Solá, el futuro del movimiento dependerá de la capacidad de construir equipos sólidos y coherentes. “Quien apunte a ser presidente, sea Kicillof u otro, debe saber que hacen falta dos años de trabajo para conformar un equipo coherente, que piense igual y que sepa qué hacer desde el primer día. No se puede improvisar ni lotear el gobierno. Hay que llegar con un proyecto consolidado, remarcó.

El exmandatario bonaerense cerró la entrevista con una reflexión de esperanza: Argentina ha sabido reaccionar. Ha votado distinto y ha salido de situaciones muy complicadas. Creo que volverá a hacerlo. Y en ese proceso, el peronismo tiene una oportunidad histórica de volver a ofrecer conducción, identidad y esperanza. Kicillof representa, en buena medida, esa posibilidad de reconstrucción política para el futuro”.