
Grazziano, quien sucederá a su padre Jorge “Cacho” Grazziano, fallecido recientemente, se impuso con diferencia abrumadora y celebró el triunfo junto al gobernador Llaryora y exgobernador Juan Schiaretti.
En su alocución, resaltó el mensaje de unidad política en la provincia: “Reducción eligió dejar atrás las divisiones. Vamos a gobernar con los vecinos, con una sola bandera: la del trabajo, la educación y la libertad. El pueblo entendió el mensaje de unidad.”
El esquema de alianzas detrás de esta elección fortalece la pretensión de Provincias Unidas de consolidarse como una fuerza intermedia, capaz de disputar espacio frente al peronismo tradicional y los extremos del arco nacional.
El triunfo en Reducción representa más que un plebiscito local: es una señal política anticipada hacia las elecciones nacionales del 26 de octubre. Provincias Unidas obtuvo su primera victoria provincial relevante, lo que podría movilizar apoyo territorial para sus candidatos legislativos.
Además, el resultado debilita simbólicamente a los opositores en Córdoba: Juan José Miguel quedó en segundo lugar con un 11,6%, demostrando que el espacio que encabeza Llaryora mantiene preeminencia electoral en distritos estratégicos.
Este mismo año, el gobernador Llaryora llevó adelante medidas sociales con impacto en el bolsillo, como el aumento del 84% en el haber mínimo jubilatorio provincial y el otorgamiento de un bono bimestral a quienes perciban haberes bajos.
Estas iniciativas contribuyen a articular una estrategia de gestión concreta con el terreno electoral, reforzando su propuesta como gobernador cercano y funcional.
Además, la elección permite al espacio provincial proyectarse como actor clave en la conversación política nacional, al reforzar la noción de Córdoba como un laboratorio electoral capaz de mostrar resultados concretos.
La victoria no está exenta de interrogantes. ¿Cuán replicable es este modelo electoral en otras provincias con dinámicas diferentes? ¿Logrará Provincias Unidas traducir triunfos locales en estructura legislativa federal? ¿Cómo equilibrará su identidad regional con las demandas nacionales del peronismo y otras fuerzas políticas?
Córdoba acierta con un respaldo abrumador al proyecto que encabeza Llaryora y respalda Schiaretti. Ahora, la verdadera prueba será si ese capital político se vuelve fuerza nacional para octubre.