
Las ventas minoristas PyME cayeron en septiembre, confirmando que la reactivación del consumo aún está lejos.
Según el informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el índice general mostró una baja interanual del 4,2%, mientras que frente a agosto retrocedió 2%.
En lo que va del año, las ventas acumulan una mejora del 5% interanual, pero esa cifra se explica por la base de comparación muy baja del año anterior y por el efecto inflacionario sobre los precios nominales. En la práctica, los comercios coinciden en que el movimiento en unidades sigue estancado.
“Septiembre cerró con un retroceso generalizado, reflejando la fragilidad del consumo interno y el impacto de la incertidumbre económica y política”, advierte el informe
Rubros en rojo
El retroceso fue generalizado en todos los sectores. Los más golpeados fueron textil e indumentaria, con una caída del 10,9%, y bazar, decoración y muebles, que retrocedió 6,2%.
El rubro alimentos y bebidas también mostró un descenso del 3,1%, mientras que farmacias bajaron 1,4%, reflejando el deterioro del ingreso real incluso en bienes esenciales.
La única excepción fue perfumería, que registró una leve mejora mensual del 1,4%, impulsada por el inicio de la temporada alta y el cambio de clima, aunque sigue 6% por debajo del año pasado
“La pérdida de poder adquisitivo, el endeudamiento de los hogares y la falta de estímulos comerciales condicionaron la demanda, en un escenario donde predominan la prudencia y la expectativa”, concluye CAME.
Más cautela, menos inversión
El 38% de los comerciantes aseguró que la situación de su negocio empeoró frente a 2024, tres puntos más que en agosto. Solo 7% dijo haber mejorado.
La percepción de estancamiento también se traslada al futuro: el 60% considera que no es un buen momento para invertir, y casi la mitad (47,6%) espera una mejora recién en 2026, mientras el 41,5% cree que todo seguirá igual
El informe destaca que más de la mitad de los empresarios (55%) percibe que su situación actual es igual que hace un año, lo que evidencia un clima de fatiga económica en el sector.
“El consumidor no reacciona”
En el relevamiento cualitativo, los testimonios de comerciantes reflejan un patrón común: menos ventas, márgenes más ajustados y una clientela que gasta solo en lo imprescindible.
El informe señala que las promociones, los descuentos y las compras con tarjeta de crédito son lo único que sostiene parcialmente el movimiento, aunque el financiamiento sigue caro y escaso.
Los negocios del rubro textil e indumentaria hablan directamente de un “colapso del financiamiento con tarjetas” y ventas “sostenidas solo con liquidaciones de temporada”. En bazar y muebles, la demanda se concentra en productos de bajo valor, mientras las compras grandes se postergan indefinidamente.