
“Pronto recibirán lo que se merecen”. La frase, publicada por Pablo Laurta en sus redes sociales meses antes del doble femicidio de Córdoba, hoy resuena como una siniestra advertencia. Es que detrás de esas palabras se escondía una fuira misógina del hombre que finalmente terminó asesinando a su expareja, Luna Giardina, y a su exsuegra, Mariel Zamudio, antes de intentar huir con su hijo hacia Uruguay.
Mientras avanza la investigación judicial, los mensajes del femicida en redes sociales se convirtieron en una prueba contundente de su odio hacia las mujeres. Laurta, de nacionalidad uruguaya, era creador del portal “Varones Unidos”, un espacio virtual desde el que promovía discursos antifeministas y atacaba de manera sistemática los derechos de las mujeres.
En su cuenta de X (ex-Twitter) publicaba frases que revelaban su ideología extremista. En una de ellas escribió: “No tendrías hijos con un hombre que esté por debajo de ti, ni tampoco lo sentirías natural para ninguna mujer. Los hombres lo harían con mucho gusto. Si nos deshacemos de la carga del feminismo, la tasa de natalidad se arreglará sola”.
En otro mensaje, llegó a sostener que “no había futuro para una sociedad donde las mujeres tengan un estatus superior al de los hombres”, y que “los problemas de natalidad se solucionarían si desapareciera el feminismo”. Estas expresiones, junto con su actividad en foros y grupos de odio, construyen el perfil de un hombre obsesionado con los roles de género y convencido de que la igualdad era una amenaza.
Incluso, Laurta escribió un extenso texto en internet titulado “Cómo la justicia feminista de Córdoba legitimó el secuestro internacional de un niño desde Uruguay”, donde se presentaba como víctima y apuntaba contra Luna Giardina y su madre. En esa publicación intentaba justificar su conducta y desacreditar las denuncias que ambas mujeres habían presentado en su contra.
El doble femicidio, ocurrido en la ciudad de Córdoba, sacudió a la provincia y al país. Laurta fue detenido en Gualeguaychú, cuando intentaba cruzar hacia Uruguay con su hijo, tras haber huido desde Concordia en un vehículo que había solicitado mediante una aplicación de transporte.