
El Gobierno nacional difundió un comunicado oficial en el que “celebró” la liberación de 20 rehenes que permanecían prisioneros en Gaza, entre ellos tres ciudadanos argentinos.
Según el texto, las víctimas habían sido secuestradas “tras los ataques del 7 de octubre contra el pueblo judío en el sur de Israel” y, tras casi dos años, “volverán a su casa”.
En el comunicado emitido desde la Oficina del Presidente, se destacó el accionar del mandatario estadounidense Donald Trump, calificado como “el artífice de este hito en el camino hacia la paz en Medio Oriente”. Una mención que no pasó inadvertida, en una región donde las declaraciones suelen pesar tanto como los acuerdos.
El texto recordó las historias personales de los tres argentinos liberados Ariel y David Cunio, y Eitan Horn, todos víctimas de secuestros familiares y prolongados cautiverios. “Sobrevivir a un cautiverio tan inhumano como prolongado”, señaló el mensaje oficial, “es testimonio de la resiliencia y la fe en la vida”.
El Gobierno subrayó que el presidente Javier Milei “rinde honor a la valentía y la entereza de los rehenes” y llamó a renovar el compromiso con la paz en Medio Oriente.
Más allá del tono solemne, el comunicado tuvo su propio matiz político: una celebración con firma presidencial y una dedicatoria a Trump, en un contexto internacional en el que cada palabra parece cuidadosamente elegida… o calculadamente celebrada.
FS