
El hallazgo del cuerpo en Concordia sumó un dato estremecedor: el cadáver estaba mutilado. Según confirmaron fuentes policiales, al cuerpo le faltaban la cabeza y ambos brazos, lo que complica la identificación y refuerza las sospechas de que podría tratarse de un crimen vinculado a la desaparición del remisero Martín Sebastián Palacios.
El cuerpo fue hallado dentro de una bolsa, en un paraje de difícil acceso, y presentaba un avanzado estado de descomposición. “Había mucho olor a descomposición humana, estaba dentro de una bolsa. Lo acaban de llevar a la morgue y va a ser sometido a un estudio científico”, detalló el ministro de Seguridad entrerriano, Néstor Roncaglia, quien confirmó que la identificación se hará a través de ADN y de los tatuajes que pudieran conservarse en la piel.
Palacios fue visto por última vez cuando trasladó a Pablo Laurta —el principal sospechoso del doble femicidio de Córdoba— desde Entre Ríos hasta la capital cordobesa. Poco después, su teléfono se apagó y su auto apareció totalmente calcinado en un camino rural de Villa Retiro.
El hallazgo del cuerpo mutilado, a pocos kilómetros de San Salvador —la última zona donde estuvo Laurta antes de ser detenido—, refuerza la hipótesis de que el remisero pudo haber sido una víctima más del presunto femicida. Las autoridades continúan los peritajes y los allanamientos en la zona para intentar reconstruir los últimos movimientos de ambos.