Milei planea un recambio en el Gabinete para relanzar su gestión poselecciones

A doce días de las elecciones nacionales, en la Casa Rosada ya se habla de un “día después”. Javier Milei proyecta una serie de movimientos en el Gabinete que, más allá del resultado electoral, buscan imprimirle aire a una gestión que acusa desgaste y necesita retomar la iniciativa política.

Los cambios, según anticipan fuentes oficiales, combinan necesidades de reemplazo con decisiones estratégicas. La salida de Patricia Bullrich del Ministerio de Seguridad que encabezará la lista de senadores de La Libertad Avanza por la Ciudad de Buenos Aires abre la primera vacante confirmada.

En su lugar suena con fuerza Alejandra Monteoliva, actual secretaria de Seguridad y figura de confianza de la propia Bullrich. 

Otro de los nombres que quedará vacante es el de Luis Petri, ministro de Defensa y candidato a diputado por Mendoza. En Balcarce 50 todavía no hay un sucesor definido, aunque en el entorno presidencial admiten que el recambio servirá para “reestructurar la lógica de funcionamiento” del área.

En Justicia también soplan vientos de cambio. Mariano Cúneo Libarona nunca terminó de consolidar su lugar y su salida se da por descontada después de octubre. Entre los posibles reemplazos aparecen el secretario Sebastián Amerio de línea directa con Santiago Caputo y el intendente marplatense Guillermo Montenegro, quien volverá al ámbito legislativo bonaerense pero conserva vínculos fluidos con el oficialismo.

El reacomodamiento alcanzará también a la comunicación presidencial: Manuel Adorni dejará su cargo para asumir su banca porteña, y su lugar será ocupado por Javier Lanari, actual secretario de Comunicación y figura de confianza digital de Milei. Lanari no encabezará las conferencias de prensa, sino que coordinará el aparato mediático desde Casa Rosada.

En paralelo, el PRO de Mauricio Macri busca ubicar nombres en cargos secundarios, aunque desde la Presidencia niegan que el partido amarillo vaya a tener peso real en el nuevo esquema. Macri mantiene una relación fluida con Milei, pero sus sugerencias, aseguran en el entorno libertario, “no son mandatos”.

El verdadero enigma pasa por Santiago Caputo. El asesor más influyente del Presidente fue interpelado públicamente por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, para asumir un rol formal dentro del Gobierno.

En la práctica, Caputo actúa como un ministro sin cartera: coordina estrategias, interviene en designaciones y define líneas de comunicación, pero sin firma institucional. Su futuro podría ser la pieza clave del reordenamiento.

El operativo poselectoral se perfila así como un intento de resetear el primer año de gobierno libertario: nuevos nombres, mayor organicidad y un mensaje hacia dentro del poder que Milei intenta consolidar.

El desafío será que el cambio de caras se traduzca en una mejora real de la gestión y no sólo en un gesto de recomposición política.

FS