
El doble femicidio de Luna Giardina (24) y su madre Mariel Zamudio (50) sigue revelando detalles estremecedores sobre la planificación y frialdad con la que actuó Pablo Laurta (39). Las nuevas pruebas apuntan a que el uruguayo se entrenó durante diez días para remar en kayak o piragua y cruzar el río Uruguay sin dejar rastros, como parte de un plan cuidadosamente diseñado para evadir controles migratorios e ingresar de forma ilegal al país.
En conferencia de prensa, el ministro de Seguridad de Entre Ríos, Néstor Roncaglia, confirmó que Laurta alquiló una cabaña en Salto (Uruguay), donde dejó su vehículo particular y se dedicó a practicar remo durante varios días. “Alquila una cabaña, deja su auto ahí, estuvo diez días practicando cómo manejar ese kayak o piragua. Luego cruza a nuestra provincia y esconde la embarcación en un monte en Puerto Yeruá”, detalló el funcionario.
Según la reconstrucción judicial, Laurta llegó a Concordia el martes 7 de octubre, donde contactó al remisero Martín Sebastián Palacios (49), a quien conocía desde la pandemia. Lo contrató con la excusa de un viaje hacia Rafaela, pero Palacios desapareció pocas horas después. Días más tarde, su cuerpo desmembrado fue hallado en Estación Yeruá, en un descampado cercano al río.
Los investigadores sostienen que Laurta lo asesinó en Entre Ríos, continuó su viaje hacia Córdoba en soledad y usó caminos rurales para evitar los controles policiales. El jueves 9, el Toyota Corolla de Palacios apareció incendiado en la zona norte de la capital cordobesa, en Villa Retiro.
Entre ese momento y el sábado 11 —día del doble femicidio—, el uruguayo habría alquilado otro vehículo y hecho tareas de inteligencia en el barrio donde vivían sus víctimas. Se cree que monitoreó los movimientos de Luna y Mariel, esperando el momento exacto para atacar.
La investigación también determinó que el viernes 10 había vencido la orden de restricción que Luna mantenía sobre él. La joven intentó renovarla desde el teléfono de una vecina, pero no llegó a concretar el trámite.
El sábado 11, antes de las 10 de la mañana, Laurta irrumpió en la vivienda de pasaje Chimú 8385 y disparó a quemarropa contra Luna y Mariel. Luego huyó junto a su hijo de 5 años. Minutos después, las cámaras de seguridad lo captaron esperando un taxi en la zona, con el niño a su lado, rumbo a la terminal de ómnibus de Córdoba.
Desde allí inició su fuga hacia Gualeguaychú, donde finalmente fue detenido el domingo 12 a las 14:02, en un hotel céntrico. En la habitación los investigadores hallaron la billetera del remisero Palacios, confirmando así el vínculo entre el doble femicidio y el crimen del chofer.
La Justicia de Córdoba y de Entre Ríos trabajan de manera conjunta para reconstruir el itinerario completo del femicida, que habría diseñado un plan meticuloso de desplazamiento y escape, combinando entrenamiento físico, cruces ilegales y rutas alternativas para concretar su objetivo y huir del país junto a su hijo.