
La segunda categoría profesional del fútbol argentino, la Primera Nacional, es un torneo muy competitivo y difícil, con equipos históricos del Área Metropolitana de Buenos Aires y clubes grandes del interior del país. Ascienden dos, pero la presión es para todos.
Ahora, la eliminación de San Martín de Tucumán en la primera fase del Reducido desencadenó una fuerte crisis institucional en el Santo, donde el presidente Rubén Moisello renunció a su cargo.
Después de la derrota con Deportivo Morón, el presidente confirmó su renuncia junto con el resto de la Comisión Directiva y anunció que se adelantarán las elecciones para la renovación de autoridades.
“El hincha y el socio nos piden que sigamos, pero también hay un cierto cansancio y hay que evaluar la actitud a tomar”, expresó Moisello en diálogo con la prensa. El dirigente reconoció que el desgaste y la presión de los hinchas influyeron en su determinación.
“Lo máximo que puedo hacer en estas circunstancias es terminar el mandato”, agregó, dejando entrever que el proceso de sucesión ya está en marcha. Según trascendió, una Junta Fiscalizadora asumirá provisoriamente el control institucional hasta la realización de los comicios, cuya fecha se definirá en la próxima reunión de Comisión Directiva.
El oficialismo busca ahora una transición ordenada que permita a las nuevas autoridades delinear con tiempo el proyecto deportivo para 2026. Entre los temas clave estará la continuidad o no del entrenador Mariano Campodónico, cuya permanencia dependerá de la próxima Comisión Directiva.
“El objetivo es liberar tensiones y atender el reclamo de los hinchas, que durante todo el año mostraron descontento con la conducción”, explicó un dirigente saliente, que confirmó la voluntad de respetar los tiempos y formas establecidos en el estatuto.