El gobierno ha presentado un plan integral para cerrar el boquete del llamado huachicol fiscal, una de las mayores fugas de recursos públicos en México. La estrategia incluye impuestos saludables, reformas en aduanas y ajustes arancelarios que buscarán incrementar la recaudación y reducir el contrabando de combustibles y mercancías. El Ejecutivo estima que estas medidas podrían empezar a rendir frutos en 2026, tras un año de transición institucional y modernización tecnológica.
El llamado huachicol fiscal se ha convertido en un problema estructural que erosiona la capacidad del Estado para financiar políticas sociales y sanitarias. En los últimos años, diversas redes de empresas fantasma, agentes aduanales y funcionarios corruptos han permitido la entrada irregular de combustibles, generando pérdidas estimadas en cientos de miles de millones de pesos. Para Sheinbaum, cerrar ese circuito es una condición indispensable para sostener sus programas de bienestar y salud pública.
El eje central del plan se basa en reforzar la vigilancia en puertos y aduanas, sectores donde se ha detectado la mayor cantidad de irregularidades. La administración prevé una modernización digital del control aduanero, con inteligencia artificial para rastrear operaciones sospechosas y nuevas sanciones para agentes aduanales involucrados en maniobras fraudulentas. Además, la participación de la Secretaría de Marina seguirá siendo clave para supervisar las terminales marítimas y contener el contrabando de combustibles.
Paralelamente, el gobierno impulsó una nueva Ley de Aduanas que busca cerrar vacíos normativos y endurecer las penalizaciones por operaciones simuladas. Las autoridades sostienen que, con estas reformas, podría recuperarse una parte importante de los ingresos fiscales perdidos, especialmente en el comercio de diésel y gasolina. Sin embargo, el sector privado ha expresado reservas sobre el impacto regulatorio y los riesgos de una militarización excesiva de las aduanas.
La reforma aduanera de #Morena que hoy discutimos en Comisiones del Senado, NO combate la corrupción ni el huachicol fiscal: frena la competitividad y encarece los costos para todos. Las aduanas deben modernizarse, no burocratizarse.
— Clemente Castañeda H (@ClementeCH) October 14, 2025
México necesita una reforma que dé certeza y… pic.twitter.com/Pfu1pnb9st
El paquete de medidas también contempla impuestos a productos considerados nocivos para la salud, como bebidas azucaradas y ultraprocesados, que se destinarán a fortalecer el sistema sanitario. Sheinbaum defiende que estos gravámenes no solo tendrán un objetivo recaudatorio, sino también de prevención y justicia social, al redirigir recursos hacia poblaciones vulnerables. Aun así, la oposición ha calificado la propuesta como un intento de compensar la falta de reformas estructurales más profundas en materia tributaria.
El desafío político y técnico es considerable: la eficacia del plan dependerá de la coordinación institucional y del combate real a la corrupción aduanal. Si las medidas logran aplicarse sin distorsiones, podrían marcar un cambio de paradigma en la administración fiscal mexicana. De lo contrario, el huachicol fiscal seguirá siendo un símbolo del desequilibrio entre el diseño de las leyes y su cumplimiento efectivo.