18/10/2025 - Edición Nº984

Internacionales

Infancia en riesgo

Haití en llamas: la sombría realidad que enfrenta su infancia

15/10/2025 | UNICEF advierte que miles de menores son usados en enfrentamientos y tareas criminales mientras la violencia y el desplazamiento forzado se agravan en el país.



La crisis humanitaria en Haití ha alcanzado un nuevo nivel de gravedad. Según la Organización de las Naciones Unidas, cada vez más niños están siendo reclutados por pandillas armadas, atrapados en el fuego cruzado o forzados a desempeñar funciones como vigías y mensajeros. La situación se ha deteriorado con rapidez desde que las bandas consolidaron su poder en el país, desafiando al gobierno interino y expandiendo su control sobre zonas urbanas y rurales.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha documentado casos de menores de apenas 10 añosintegrados a grupos delictivos. La violencia ha dejado también un rastro de desplazamientos masivos, con más de 680.000 personas obligadas a abandonar sus hogares. Las escuelas cerradas, la escasez de alimentos y la inseguridad generalizada han creado un entorno en el que la infancia se ha vuelto especialmente vulnerable.

Reclutamiento forzado y alianzas criminales

La ONU denuncia que los grupos armados han comenzado a fusionarse en alianzas más amplias, aumentando la frecuencia y brutalidad de los enfrentamientos. Las autoridades locales reconocen su incapacidad para frenar la expansión de estas estructuras, que ahora operan como un ejército paralelo. En algunas zonas, hasta la mitad de los combatientes son menores de edad, según datos recopilados por organismos internacionales. Las niñas, además, sufren una doble victimización por la violencia sexual y el estigma social.

La comunidad internacional había depositado esperanzas en la fuerza multinacional liderada por Kenia, autorizada por el Consejo de Seguridad de la ONU en 2023. Sin embargo, la falta de financiamiento y coordinación ha limitado su impacto. Ante el fracaso inicial, la ONU propone la creación de una Fuerza de Represión de Pandillas financiada por contribuciones voluntarias, aunque su viabilidad sigue siendo incierta.

Un país sin infancia segura

La crisis haitiana revela una fractura social profunda. Las familias viven bajo la amenaza constante de secuestros, saqueos o reclutamientos forzados, mientras el Estado apenas logra mantener el control de algunos enclaves. La violencia estructural se ha convertido en el principal mecanismo de supervivencia, y muchos niños ven en las pandillas una forma de protección o sustento económico. Este círculo vicioso alimenta una generación condenada a crecer sin escuela, sin salud y sin futuro.

El llamado de la ONU busca movilizar recursos y presión diplomática para evitar que el conflicto se consolide como una guerra olvidada. Sin una respuesta urgente y sostenida, Haití podría perder a toda una generación de niños, no solo en la violencia directa, sino también en el silencio del abandono internacional.

Temas de esta nota:

ONUUNICEFPANDILLASHAITí