11/11/2025 - Edición Nº1008

Internacionales

Duelo en África Oriental

Murió Raila Odinga, símbolo de la oposición en Kenia

15/10/2025 | El ex primer ministro falleció en la India a los 80 años; su vida estuvo marcada por la lucha democrática y cinco intentos presidenciales.



Raila Odinga, una de las figuras más influyentes y carismáticas de la política africana, falleció este miércoles a los 80 años en la India tras sufrir un infarto mientras recibía tratamiento médico. La noticia fue recibida con dolor en Kenia, donde millones lo consideraban “Baba”, una figura casi paternal que encarnó durante décadas la esperanza de una democracia más justa y plural.

Nacido en 1945 en Maseno, en el seno de una familia profundamente política, era hijo de Jaramogi Oginga Odinga, el primer vicepresidente del país tras la independencia. Desde joven heredó la vocación pública y el espíritu de desafío de su padre, un crítico del poder centralizado que caracterizó los primeros años del Estado keniano. Formado en ingeniería en Alemania Oriental, Raila combinó el pragmatismo técnico con una visión política marcada por la equidad social y el nacionalismo africano.


Kenia rinde homenaje al líder que desafió dictaduras y forzó reformas democráticas.

Durante la dictadura de Daniel arap Moi, en los años 80, Odinga fue arrestado y encarcelado en varias ocasiones por exigir elecciones libres y denunciar la represión. Pasó casi una década entre la cárcel y el arresto domiciliario, lo que consolidó su imagen de disidente incorruptible. Su nombre se convirtió en sinónimo de resistencia, y su militancia ayudó a abrir el camino hacia el retorno del multipartidismo en los años 90, un punto de inflexión en la historia de Kenia.

En los años siguientes, Odinga encabezó sucesivos movimientos de oposición que desafiaron a los gobiernos en el poder. Fue ministro y luego primer ministro entre 2008 y 2013, tras una crisis postelectoral que dejó más de mil muertos y amenazó con fracturar al país. Su liderazgo fue clave para lograr un acuerdo de reconciliación nacional que puso fin a la violencia y permitió redactar una nueva Constitución, aprobada en 2010, que limitó el poder presidencial y amplió derechos ciudadanos.

Aunque se presentó cinco veces a la presidencia sin conseguirla, su influencia trascendió los resultados electorales. Raila fue el puente entre las viejas luchas por la independencia y las nuevas demandas de una generación urbana y digitalizada. Su estilo directo, su conexión con las masas y su insistencia en denunciar el fraude lo convirtieron en el político más persistente y popular del país.


Raila Odinga junto al presidente William Ruto durante un encuentro en Nairobi, símbolo del acercamiento entre dos antiguos rivales políticos.

En sus últimos años, había adoptado un tono más conciliador, llegando incluso a cooperar con antiguos rivales como el presidente William Ruto. Promovía una visión de unidad nacional, desarrollo inclusivo y fortalecimiento institucional, consciente de que la estabilidad política era esencial para el futuro del país.

El gobierno decretó siete días de duelo nacional, y las banderas ondean a media asta en todo el territorio. En ciudades como Nairobi, Kisumu y Mombasa, miles de personas encendieron velas y cantaron su nombre, despidiendo al hombre que, aunque nunca fue presidente, cambió para siempre la historia política de Kenia.