
India está viviendo una ola de contrabando de oro sin precedentes justo antes del inicio de sus principales festividades, como Dhanteras y Diwali, cuando millones de personas compran joyas y monedas de oro como símbolo de prosperidad.
En India, el oro no es solo una inversión o un lujo: forma parte de la tradición y la fe. Durante esas celebraciones, adquirir una pieza del metal se considera una manera de atraer buena fortuna y riqueza para el nuevo año. Por eso, las familias suelen comprar aunque sea una pequeña joya o moneda de oro, lo que dispara la demanda.
También es una forma de ahorro muy extendida. Muchas personas prefieren invertir en oro antes que en bancos o acciones, ya que confían más en su valor estable a lo largo del tiempo. Esta combinación de costumbre religiosa y seguridad financiera explica por qué el país necesita tanto oro en esta época.
El problema creció porque el precio del metal alcanzó niveles históricos, superando las 128 000 rupias (unos 1 500 USD) por cada 10 gramos, mientras la oferta oficial no logra cubrir la demanda. A pesar de que el gobierno redujo los impuestos a la importación, el aumento del valor volvió a hacer rentable el ingreso ilegal.
En los últimos meses, las autoridades indias detectaron un fuerte incremento en los intentos de contrabando: se descubrieron cargamentos ocultos en aeropuertos y fronteras, y se calcula que en el último año fiscal (2024 - 2025) se decomisaron más de dos toneladas y media de oro de origen ilícito.
El atractivo económico es claro: quienes logran esquivar los controles evitan los impuestos y venden el oro a precios mucho más altos, aprovechando la desesperación del mercado. Los joyeros aplican recargos de hasta 25 USD por onza sobre el valor oficial, y muchos clientes prefieren pagar más con tal de asegurarse el metal antes de las celebraciones.
Mientras tanto, en China —el otro gran comprador mundial— ocurre lo contrario. Tras las vacaciones nacionales, los consumidores se muestran cautos y las tiendas ofrecen descuentos de hasta 60 USD por onza para mantener las ventas. El contraste refleja dos realidades opuestas: en India, el oro es símbolo de fe y estatus en tiempos festivos; en China, es una inversión que muchos posponen hasta que el mercado se estabilice.
Con precios globales que superaron los 4 000 USD por onza, el oro vuelve a brillar como refugio financiero, pero también como puerta abierta al comercio ilegal que crece cuando el deseo de comprar supera las reglas del mercado.